esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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transcribimos de la Red:

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Los historiadores estiman que el cristianismo llegó a China hacia el siglo VI o VII de nuestra era, pero algunos estudiosos insisten en que la religión llegó cinco siglos antes, y el reciente hallazgo en este país de relieves del siglo I con escenas bíblicas podría cambiar los libros de historia. Esta tesis lo sostiene el teólogo e historiador chino Wang Weifan, basado en una estela encontrada en el este del país.


En realidad, las piedras en las que se hallan los relieves ya habían sido descubiertas hace tiempo, y se encuentran actualmente en un museo de la ciudad de Xuzhou, pero ha sido esta semana cuando Wang Weifan, teólogo e historiador, ha anunciado que los relieves prueban que el cristianismo llegó mucho antes de lo que se cree. Así, según Wang, la religión cristiana no llegó por primera vez, como se piensa, a la China refinada, artística y abierta al exterior de la dinastía Tang (618-907), sino a un Imperio del Centro más antiguo, el de la dinastía Han del Este (25-220), lleno de problemas internos e intrigas palaciegas.


De acuerdo con Wang, de 74 años y miembro del Consejo Cristiano de China, los relieves reproducen dos de las historias más conocidas del Libro del Génesis bíblico, la creación del mundo y el pecado original. «El primer grabado muestra el sol, la luna, los mares y criaturas vivientes en el agua, la tierra y el cielo, mientras que en el segundo puede verse claramente a una mujer tomando una fruta de un ‘árbol de la sabiduría’ mientras una serpiente muerde su brazo derecho», señala el especialista.


Wang destaca que el estilo artístico de la obra escultórica es similar al de trabajos contemporáneos realizados en Medio Oriente, mostrando por ejemplo el número arábigo 8, lo que según el experto emparenta los relieves con los de los valles del Tigris y el Eufrates. Las estelas con relieves fueron muy utilizadas como objetos funerarios en la dinastía Han, época en la que comenzó el intercambio comercial y cultural entre China, Asia Central, Oriente Medio y Europa a través de la llamada «Ruta de la Seda».


Antes que Wang, otros historiadores y arqueólogos chinos ya sostuvieron que el cristianismo había llegado a China en fechas similares a las de su entrada en Europa, pero hasta ahora no habían podido ofrecerse pruebas fidedignas. En realidad, esta corriente de historiadores chinos se divide en tres, ya que mientras unos opinan que la religión fue llevada a China por cristianos que huían de la persecución del Imperio Romano, otros creen que fueron dos misioneros sirios de esa época y una tercera rama fecha la entrada de la fe en el siglo III.


Esta tercera teoría, que también adelantaría las fechas que hoy se mantienen en los libros de historia pero en menos tiempo, se basa en la existencia de un libro romano que afirma que el cristianismo se había propagado en China y de una cruz de hierro en torno al año 250 y descubierta en la cuenca del Yangtse.


Hoy por hoy, los historiadores de todo el mundo opinan que los primeros cristianos que llegaron a China fueron los seguidores de una doctrina llamada nestorianismo (liderada por el obispo Nestorio), que distinguía la naturaleza humana y divina de Jesucristo y en el año 431 fue declarada herética por Roma. Una estela del año 781 descubierta en el siglo XVII en Xian, la antigua capital imperial, señalaba en caracteres chinos que en el 635 un peregrino nestoriano llegó a esa ciudad y fue autorizado por el emperador Tiazong para propagar su doctrina. El nestorianismo continuó en China durante siglos, cada vez con menos fuerza, pero resurgió en el siglo XIII, cuando los mongoles conquistaron el Imperio el Centro, y de hecho se considera que muchos familiares de Gengis Khan eran cristianos nestorianos.


Para los europeos de la Edad Media, esos cristianos tan lejanos y casi míticos -alguno de ellos, con rasgos completamente orientales, viajó a ciudades como París y despertó admiración- vivían en un reino del que se habló mucho en esa época y fue buscado por muchos viajeros, Marco Polo incluido: la Tierra del Preste Juan.


Pese a todo ello, el cristianismo nunca tuvo en China la aceptación general del taoísmo, el budismo o el confucianismo, ni siquiera cuando los primeros misioneros jesuitas se ganaron el favor de la corte imperial de los Ming gracias a sus conocimientos científicos y astronómicos.


Actualmente, la República Popular China considera ilegal toda religión que opere en el país jurando lealtad a otro gobierno que no sea el de Pekín, por lo que la Iglesia Católica subordinada al Vaticano está en una extraña situación, aunque no se la persiga. Por otro lado, existe la Iglesia Patriótica, también cristiana pero cuyos obispos y sacerdotes están subordinados a las autoridades del gobierno comunista chino. (EFE)


tomado de:

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http://www.cooperativa.cl/p4_noticias/antialone.html?page=http://www.cooperativa.cl/p4_noticias/site/artic/20020817/pags/20020817111500.html

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Nota: incluimos este documento en este botón sobre “evidencias de la dispersión” porque la misión apostólica y la obra misionera estuvo siempre guiada por el Espíritu Santo. Y si tan tempranamente llegaron misioneros a China es porque allí había una parte importante de las tribus de Israel en el exilio. Hacia el oriente los desterrados de Israel que fueron llamados -en algunos casos- “saka”, aunque este registro solo puede seguirse hasta la antigua Persia. Seguramente eran parte de la gran tribu de Manases que llego hasta Japón, y, en regiones tan remotas fueron alcanzados por el largo brazo del evangelio -el nestiorianismo como se dice en el texto es una visión herética del cristianismo condenada por el concilio de Efeso, pero si el cristianismo llego antes a China entonces todavía era el tiempo de la doctrina inerrante de los apóstoles-.

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