esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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Transcribimos completo el devocional del pastor David Wilkerson [May 19, 1931; April 27, 2011] que nos llegó hoy: 8 de febrero del 2012:

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Hoy nuestro Salvador existe como un hombre glorificado. Él es una persona viviente -de carne, hueso, cabello, ojos – aunque Él es Dios. A pesar de encontrarnos en la tierra, Su Espíritu habita en nosotros: “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!»” (Gálatas 4:6).


Existe otro espíritu en el mundo – el espíritu del antricristo. Así como Cristo nos ha dado Su Espíritu, también existe el espíritu del anticristo en el mundo preparando corazones para la venida del Hombre de Pecado.


“…y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y éste es el espíritu del Anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.» (1 Juan 4:3).  Aquí Juan está diciendo, “Tú has escuchado acerca de la venida del anticristo. Esto ha sido predicado y enseñado, y tú esperas su llegada. Pero, ¡amado, despierta porque el espíritu del antricristo ya está en acción!”


Comprenda que el anticristo no aparecerá repentinamente en escena y abrumará a la humanidad. Por el contrario, su espíritu está misteriosamente obrando ahora mismo, estableciendo su reino, y haciendo que corazones se enfríen. Cuando finalmente el antricristo aparezca, ¡él será públicamente revelado al mundo, el cual ya ha sido preparado para él y revelado a corazones que él ya posee!


Ahora mismo nosotros vemos un creciente sentir del anticristo, pero pronto éste se convertirá en un fluir, y eventualmente, en un vasto oceáno. Inclusive el espíritu del anticristo ya está invadiendo los corazones de muchos cristianos apóstatas. “Pero, ¿ahora?, ¿por qué ciertos cristianos se tornarán al anticristo?” usted se pregunta. Porque ellos cuentan con la misma manera de pensar que él.


Juan escribe: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él, porque nada de lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre, sino del mundo. …Hijitos, ya es el último tiempo. Según vosotros oísteis que el Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.” (1 Juan 2:15-18).


Juan nos está alertando que  aquéllos que aún aman las cosas de este mundo se han expuesto a ellos mismos al espíritu del anticristo. Él nos está diciendo, “¡Tú sabes que éstos son los últimos días porque muchos están llenos de codicia, del espíritu del anticristo!”
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