esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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Colaboración de

Juan José Fernández Granados

Ministerio Luz a las naciones

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LECTURA: MATEO CAPÍTULO 2


Yeshua nace en Belén situada a 8 km al sur de Jerusalén, el Rey David también nació en Belén (I S. 16:1). Belén (Bet Lejem) quiere decir “la casa del pan”, el Pan de Vida –Yeshua- nació en la Casa del Pan. Los magos llegan a Jerusalén aproximadamente 2 años después del nacimiento de Yeshua porque cuando se encuentran con él ya no se encontraba en un pesebre (o quizá en una Sucá), estaba en una casa, además el versículo no dice “vieron al bebé” (gr. brefos), dice “vieron al niño” (gr. paidion).


“Y entrando en la casa,
vieron al Niño con su madre María,
y postrándose le adoraron;
y abriendo sus tesoros le presentaron
obsequios de oro, incienso y mirra.”
Mateo 2:11


Estos magos pueden ser:


-> Gentiles sabios de alta posición entendidos en astrología que recibieron una revelación de Dios acerca del nacimiento del Mesías prometido, no se sabe si eran medos, persas o babilonios porque el texto no nos define el término “magos de oriente”.


-> Hombres sabios y entendidos en la Torá, en hebreo la palabra es Jajamim (sabios), dicha palabra significa sabios y maestros de la Torá, posiblemente venían de Babilonia, debemos recordar que en Babilonia había una colonia judía importante desde el 586 A.C.


Posiblemente la opción primera es la más acertada porque cuando preguntan a Herodes por el niño no se identifican con los judíos ya que no preguntan “¿Dónde está nuestro Rey?”, lo que preguntan es “¿Dónde está el Rey de los Judíos?”.


La estrella pudo haber sido:


-> Una estrella.


-> La Shejiná, la luz de la gloria de Dios, la columna de fuego que guió al Pueblo de Israel en el desierto


-> Un ángel ya que en las Escrituras a los ángeles se les llama “estrellas”.


Al ver la estrella los sabios recordarían la profecía de la llegada del Mesías.


“Lo veo, pero no ahora; lo contemplo,
pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob,
y un cetro se levantará de Israel . . .”
Números 24:17


“¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?
Porque vimos su estrella en el oriente
y hemos venido a adorarle.”
Mateo 2:1-2


Lo que si sabemos con toda seguridad es que estos magos vinieron a adorar al Mesías prometido, el Rey de los Judíos, le adoraron y le ofrecieron oro, incienso y mirra. El oro nos habla de su realeza, el incienso de su vida con un olor fragante delante del Padre y la mirra nos habla de su muerte.


Herodes el Grande no era un Rey legítimo ya que no era descendiente del Rey David, era descendiente de Esaú, hermano de Jacob, es decir, no era judío, era “idumeo” o “edomita”. Los romanos le nombraron “Rey de los judíos” y ahora se sentía amenazado con el nacimiento del verdadero Rey de los Judíos. Herodes vio a Yeshua como un rival y por eso lo quería matar. Quiso engañar a los magos con palabras religiosas, sus palabras afirmaron una cosa, pero en su corazón había otra totalmente diferente:


“Id y buscad con diligencia al Niño;
y cuando le encontréis,
avisadme para que yo
también vaya y le adore.”
Mateo 2:8


Después de la visita de los magos, un ángel del Señor se le apareció a José en sueños avisándole del peligro que corría el Niño si se quedaban en Belén.


“Después de haberse marchado ellos, un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo: Levántate, toma al Niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes va a buscar al Niño para matarle. Y él, levantándose, tomó de noche al Niño y a su madre, y se trasladó a Egipto; y estuvo allá hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor habló por medio del profeta, diciendo: DE EGIPTO LLAME A MI HIJO.”
Mateo 2:13-15


Mateo cita el libro de Oseas (11:1), aunque este versículo se refiere a Israel saliendo de Egipto, Mateo lo aplica al Mesías identificándolo con Israel. El propio Yeshua se identifica con su Pueblo cuando le dice a Pablo:


«Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
Hechos 22:7


Israel encontró refugió en Egipto en tiempos de necesidad, Yeshua también encontró refugio allí en tiempos difíciles y a la hora de salir, tanto Israel como Yeshua, fueron llamados de Egipto para poder cumplir los planes que Dios había establecido para ellos.


“DE EGIPTO LLAME A MI HIJO.”


Dios decide proteger a su hijo de una forma muy humana: huyendo a otro país.


Cuando Herodes supo que los magos se habían marchado sin decirle dónde se encontraba Yeshua, se enfadó mucho e intentó llevar a cabo sus verdaderas intenciones y propósitos, ordenó matar a los niños menores de dos años (posiblemente entre 15 y 25 niños murieron) de Belén pensando que podría matar al Mesías de esta manera.


“Entonces Herodes, al verse burlado por los magos, se enfureció en gran manera, y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en todos sus alrededores, de dos años para abajo, según el tiempo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió lo que fue dicho por medio del profeta Jeremías, cuando dijo: SE OYO UNA VOZ EN RAMA, LLANTO Y GRAN LAMENTACION; RAQUEL QUE LLORA A SUS HIJOS, Y QUE NO QUISO SER CONSOLADA PORQUE ya NO EXISTEN.”
Mateo 2:16-18


Mateo cita el libro de Jeremías (31:15), Raquel sepultada en Ramá, cerca de Belén, de una forma figurativa vería como sus hijos, los hijos de Israel, eran llevados cautivos a Babilonia causándole gran dolor, ahora Mateo, el pasaje en Jeremías lo aplica a los niños que Herodes mandó matar. Raquel vuelve a llorar y a lamentarse por esos niños.


“Pero cuando murió Herodes, he aquí, un ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al Niño y a su madre y vete a la tierra de Israel, porque los que atentaban contra la vida del Niño han muerto. Y él, levantándose, tomó al Niño y a su madre, y vino a la tierra de Israel. Pero cuando oyó que Arquelao reinaba sobre Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá; y advertido por Dios en sueños, partió para la región de Galilea . . .”
Mateo 2:19-22


En este pasaje vemos otras dos ocasiones donde Dios habla a José en sueños, en total tuvo cuatro sueños (1:20; 2:13, 19, 22). En la última ocasión, un ángel del Señor le dice que no vuelva a Belén, tenía que irse al Norte de Israel, a la región de Galilea.


Al mudarse a Nazaret, Yeshua cumplió otra profecía.


“. . . y llegó y habitó en una ciudad llamada
Nazaret (NATSRAT o NETSARET),
para que se cumpliera lo que fue dicho
por medio de los profetas:
Será llamado Nazareno (NOTSRI).”
Mateo 2:23


No encontramos a ningún profeta diciendo que el Mesías sería llamado Nazareno, pero si acudimos al original hallaremos la respuesta.

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“Y brotará un retoño del tronco de Isaí,
y un vástago (NETSER) de sus raíces dará fruto.”
Isaías 11:1


“Así dice el SEÑOR de los ejércitos:
‘He aquí un hombre cuyo nombre es Renuevo (TSEMAJ),
porque El brotará del lugar donde está
y reedificará el templo del SEÑOR.”
Zacarías 6:12


Mateo hace un juego de palabras y tiene en mente estos pasajes mesiánicos cuando dice que el Mesías será llamado NETSER, es decir, el Vástago o la Rama.


Veamos las palabras que en hebreo están relacionadas y que producen un juego de palabras.


NETSER-VASTAGO/RETOÑO – Isaías 11:1

NATSRAT – NAZARET – Mateo 2:23

NOSTRI – NAZARENO

NOTSRIM – GUARDAS – Jeremías 31:6


«Porque habrá un día en que clamarán
los NOTSRIM
(guardas) en la región montañosa de Efraín…»
Jeremías 31:6


Hoy en día la palabra «cristiano» en hebreo se dice:


NOTSRI

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