esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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Leemos en la Red:


“Los nazis cultivaron una vertiente esotérica que intentaba explicar enigmas tan distintos como el Santo Grial, el Arca de la Alianza o la existencia de la Atlántida. Una de sus leyendas favoritas era la de Hiperbórea, ya que pensaban que la raza aria era descendiente de los dioses rubios, hermosos e inmortales que habitaban al norte del mundo. Según la explicación nazi, Thule sería la capital de esa mítica Hiperbórea”…. En tanto que en las tradiciones de la India está mencionada Shveta-dvipa, la «Isla del esplendor», situada en el Norte. Isla luminosa y sede de Vishnú cuyo emblema es la esvástica»


Y leemos además:


“Apolo, dios de la luz, era el único que recibía culto en Hiperbórea, donde se marchaba para pasar los largos inviernos. Debido a él, se da por supuesto que los hiperbóreos eran parecidos a él: rubios, altos y hermosos”


También la mítica Hiperbórea es asimilada con la Atlántida. Y se dice que debido a una transformación catastrófica de la corteza terrestre –que es mejor no intentar explicar- lo que estaba en el extremo norte habría terminado siendo la Atlántida y esta luego se desplazó al Polo Sur y yace bajo el hielo Antártico ¡Vaya viaje! Pero a pesar de sus  inconsistencias, la identificación del continente Antártico con la antigua Atlántida tiene adeptos.


El diario de vuelo de Richard Byrd



Los nazis afirmaban que el interior de la Tierra es hueco y está habitado. Y que tiene dos accesos principales: uno en el Polo Norte y otro en el Polo Sur. Y existe un conocidísimo diario escrito por el almirante Richard E. Byrd según el cual habría entrado, sin saberlo, en la inmensa oquedad interior. No le otorgamos total veracidad, entre otras cosas porque la fecha no cuadra y en muchos trechos no parece ser su estilo. Pero estimamos que, aunque manipulado, quizás refiera a hechos reales sobre los cuales el almirante nunca fue explícito pero dejo entrever en sus declaraciones. Leemos en ese ‘diario de vuelo’  que cuando ya había penetrado sin percibirlo en la oquedad interior de la Tierra,  y en medio de un creciente asombro,  fue rodeado por naves que se hicieron con los controles de su avión:


“A nuestra derecha y a nuestra izquierda hay aparatos de extraño tipo. Se aproximan y algo irradia de ellos. Ahora están bastante cerca para ver sus insignias. Es un símbolo extraño. ¿Dónde estamos? ¿Qué ha sucedido? Otra vez tiro decididamente de los mandos. ¡¡¡No responden!!! Estamos atrapados firmemente por una especie de invisible cepo…»


Y sigue:


“… ¡Nuestra radio grazna y llega una voz que habla en ingles con acento que parece decididamente nórdico o alemán! El mensaje es: – Bienvenido a nuestro territorio, Almirante. Os haremos aterrizar… estáis en buenas manos. Me doy cuenta de que los motores de nuestro avión están apagados. El aparato está bajo un extraño control y ahora vira sólo».


Entonces lo hacen aterrizar y:


“…algunos hombres se están aproximando a pie… son altos y tienen el pelo rubio. A lo lejos hay una gran ciudad destellante, vibrante con los colores del arco iris»


Y son transportados a esa ciudad el almirante y el técnico de vuelo que lo acompaña. Y allí es cordialmente conducido por hermosas mujeres a una estancia que lo deslumbra por su infinita belleza –imposible de describir, dice- en donde:


“Vi un hombre de facciones delicadas y con las señales de la edad sobre su rostro. Estaba sentado en una mesa grande. Me invitó a sentarme… y dijo: – Lo hemos dejado entrar aquí porque usted es de carácter noble y bien conocido en el mundo de superficie… ¡Mundo de superficie! ¡Casi quede sin aliento! Sí -recalcó el Maestro con una sonrisa- Usted se encuentra en el territorio de los Arianos, el Mundo sumergido de la Tierra”


Experiencia removedora, sin duda. Y leemos en una crónica sobre la obstinada búsqueda nazi de los ancestros:


“El mismo Julius Evola, que conoció perfectamente la esencia esotérica del nacionalsocialismo, escribe: «La primera expedición que realizaron las SS habría buscado una relación con un centro secreto de la tradición, la otra habría tendido a un contacto con la Thule hiperbórea oculta… se refiere a la expedición al Polo Sur que ha desatado el interés de algunos escritores; tal expedición va siempre unida a la doctrina esotérica nacionalsocialista, según la cual la Tierra sería un planeta hueco habitable en el interior”


Es decir: las SS dirigida por Himmler, bajo cuya supervisión estaba también la sociedad ‘misticocientifica’ Ahnenerbe, realizaba operaciones a partir de la misteriosa ‘base 211’ buscando contactos en la Tierra Hueca y es presumible que lo hayan conseguido ya que no solo los nazis afirmaron que la Tierra es hueca sino que muchos científicos serios –sin la obsesión de buscar allí ancestros- lo afirmaron. Uno de ellos fue Euler. Pero hubo muchos antes y después, y los hay ahora, por supuesto. En realidad la asociación de esta hipótesis con los nazis  ha obstaculizado su estudio y aceptación.



¿Qué piensa el Vaticano?


Y vale preguntarnos que piensa el Vaticano sobre estas cosas. Es decir, ¿admite la Iglesia Católica la existencia de ‘extraterrestres’? Veamos:


-> en uno de los tantos escabrosos episodios de la última elección presidencial en los EEUU  Wikileaks  hizo públicos e-mails en donde se revela una conversación entre John Podesta -jefe de campaña de Hillary Clinton- y el astronauta Edgar Mitchell, el sexto hombre en pisar la superficie de la Luna y uno de los mayores defensores de la existencia de vida extraterrestre. Y allí éste afirma que el Vaticano está al tanto de la existencia del fenómeno ‘extraterrestre’ (nota 1).


-> el jesuita Corrado Balducci, reconocido exorcista y experto en “demonología”, que escribió con la anuencia del Papa Juan Pablo II dos libros sobre Satanás, ya había declarado tiempo atrás:


“La existencia de ellos no puede seguir negándose, porque hay mucha evidencia sobre… los platos voladores”.


agregando:


“debemos enfatizar que los encuentros con extraterrestres NO son demoníacos… NO son debido a deterioros psicológicos… NO son un caso de posesión de entidades…”


Lo cual deslinda cosas habitualmente relacionadas con estos encuentros.  Y quien hace esta distinción entre demonología y extraterrestres es una autoridad   de consulta del Vaticano. ¿Y qué piensa el papa?  La periodista Caroline Pigozzi, en una de las conferencias de prensa en vuelo tan habituales del papa Francisco le pregunto sobre la existencia de ‘extraterrestres’. Y esta fue la respuesta:


“En verdad no sé cómo comenzar a responderle. Hasta ahora, el conocimiento científico siempre ha excluido que haya en el universo rastros de otros seres pensantes. Dicho esto, ¡hasta el descubrimiento, América no se imaginaba que existiera!»


Esto es, no afirma ni niega. Pero más importante, para edificación de nuestra fe,  son las declaraciones que siguen del sucesor de Pedro:


«De esto sí estoy seguro, que el Universo y el mundo en el que vivimos no son el fruto del azar, del caos, sino de una inteligencia divina, del amor de un Dios que nos ama, nos ha creado, nos ha querido y nunca nos ha dejado solos».

«De esto también estoy seguro, que Jesucristo, el Hijo de Dios, se ha encarnado y ha muerto en la Cruz para salvarnos del pecado, a nosotros los hombres, y que ha resucitado y vencido a la muerte»


Nos sale decir: amen y amen.


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nota1): los e-mails entre John Podesta y el astronauta Edgar Mitchell versaban sobre la necesidad de informar lo más rápidamente posible al gran público sobre la existencia de ‘extraterrestres’, cosa que al parecer está en marcha pero por medios indirectos ya que ni el presidente Obama lo hizo, ni Hillary puede ya hacerlo en nombre del los EEUU. Pero tal vez de alguna forma estas cosas vengan a luz en fechas próximas. De ahí la necesidad de los comentarios sobre estas cosas.

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ver:

UNA PERNICIOSA BÚSQUEDA DE ORÍGENES ANCESTRALES

PELIGROSOS SECRETOS BAJO EL HIELO

HECHOS EXTRAÑOS, EL ‘ARCA DE GABRIEL’ Y LA ANTÁRTIDA SECRETA

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