esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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«Si la Buena Noticia que predicamos está escondida detrás de un velo,
sólo está oculta de la gente que se pierde. Satanás… el dios de este mundo,
ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz
de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo,
quien es la imagen exacta de Dios»
2 Corintios 4:3-4

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«Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder
viene de Dios y no de nosotros. Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos;
perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados,
pero no destruidos. Dondequiera que vamos, siempre llevamos en nuestro cuerpo
la muerte de Jesús,para que también su vida se manifieste en nuestro cuerpo»
2 Corintios 4:7-10

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«Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose…
no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista
en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido,
pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre»
2 Co0rintios 4:16-18

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«Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente
al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo.
«Vengan a mí todos los que están cansados… y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo.
Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso
para el alma.  Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».
Mateo 11:25-30

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«Como colaboradores de Dios,les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo
de la bondad de Dios y luego no le den importancia.  Pues Dios dice:
«En el momento preciso, te oí.
En el día de salvación te ayudé»
Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación»
2 Corintios 6:1-2

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«Cuando del cautiverio traiga a Israel de regreso
a casa y cuando restablezca su bienestar,
Jerusalén será reedificada sobre sus ruinas
y el palacio reconstruido como antes.
Habrá alegría y canciones de acción de gracias,
y multiplicaré a mi pueblo, no lo reduciré»
Jeremías 30:18-19

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«Oh Señor, a ti acudo en busca de protección; no permitas que me avergüencen.
Sálvame y rescátame, porque tú haces lo que es correcto. Inclina tu oído
para escucharme y ponme en libertad. Sé tú mi roca de seguridad, donde siempre
pueda esconderme. Da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza»
Salmo 71:1-3

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«Les espera una alegría inmensa, aun cuando tengan que soportar muchas pruebas…
Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica…siendo probada de la misma manera
que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa…
Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza,
gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo»
1 Pedro 1:6-7

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«¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar… pero otras semillas cayeron en tierra fértil,
¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa
de lo que se había sembrado! Todo el que tenga oídos para oír, que escuche y entienda».
Mateo 13, 3-9

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”… recordaré el pacto que hice contigo cuando eras joven y estableceré contigo un pacto
eterno. Entonces recordarás con vergüenza todo el mal que hiciste… Reafirmaré mi pacto
contigo y sabrás que yo soy el Señor.  Recordarás tus pecados y te cubrirás la boca…
de vergüenza, cuando te perdone por todo lo que hiciste”
Ezequiel 16: 59-63

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«Somos humanos, pero no luchamos como lo hacen los humanos. Usamos las armas poderosas
de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano…
Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios.
Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo»
2 Corintios 10, 3-5

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«Ahora quiero que sepan, amados hermanos, lo que Dios, en su bondad, ha hecho por medio
de las iglesias de Macedonia. Estas iglesias están siendo probadas con muchas aflicciones
y además son muy pobres; pero a la vez rebosan de abundante alegría, la cual se desbordó
en gran generosidad. Pues… dieron no sólo lo que podían, sino aún mucho más..
por voluntad propia»
2 Corintios 8, 1-3

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«Ahora esto dice el Señor: «Canten con alegría por Israel.
¡Griten por la mejor de las naciones! Griten de alabanza y alegría:
“¡Salva a tu pueblo, oh Señor, el remanente de Israel!”.
Jeremías 31, 7

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«El día del juicio se acerca…  el arrogante y el perverso serán… consumidos,
desde las raíces hasta las ramas. Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre,
se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando
de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos»
Malaquías 4, 1-2

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«… benditos son los ojos de ustedes, porque ven; y sus oídos, porque oyen.
Les digo la verdad, muchos profetas y muchas personas justas anhelaron ver
lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y anhelaron oír lo que ustedes oyen,
pero no lo oyeron.
Mateo 13: 16-17

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«Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas,
y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré
hasta cumplir con todo lo que te he prometido»
Génesis 28:15

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«…el pueblo de Israel volverá a vivir en su propio país, la tierra que le di
a mi siervo Jacob. Pues reuniré a los israelitas de entre las tierras lejanas
adonde los había esparcido. A la vista de las naciones del mundo, revelaré
mi santidad en mi pueblo… ellos vivirán seguros, construirán casas
y cultivarán viñedos… ellos sabrán que yo soy el Señor su Dios»
Ezequiel 28,25-26

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«¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos…
Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza
ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más»… Y el que estaba
sentado en el trono dijo: «¡Miren, hago nuevas todas las cosas!».
Apocalipsis 21,3-5

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«Todo maestro de la ley religiosa que se convierte en un discípulo del reino del cielo
es como el propietario de una casa, que trae de su depósito joyas de la verdad
tanto nuevas como viejas»
Mateo 13,52

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«Pues sabemos que, cuando se desarme esta carpa terrenal en la cual vivimos (es decir,
cuando muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos una casa en el cielo,
un cuerpo eterno hecho para nosotros por Dios mismo y no por manos humanas…
Pues nos vestiremos con un cuerpo celestial; no seremos espíritus sin cuerpo»
2 corintios 5:1-3

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«Entonces purificaré el lenguaje de todos los pueblos, para que todos juntos
puedan adorar al Señor. Mi pueblo disperso… vendrá a presentar sus ofrendas…
Quitaré al orgulloso y al arrogante de entre ustedes; no habrá más altivez
en mi monte santo. Quedarán sólo los sencillos y los humildes»
Sofonías 3, 9-12

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«Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios
meramente humanos.  Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera,
ya no lo conocemos así. Por lo tanto, si alguno está en Cristo,
es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!»
2 Corintios 5, 16-17

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«Nosotros, colaboradores de Dios, les rogamos que no reciban su gracia en vano.
Porque él dice: «En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé.»
Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación!»
2 Corintios 6, 1-2

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«El camino  antiguo, con leyes grabadas en piedra, conducía a la muerte, aunque
comenzó con tanta gloria que el pueblo de Israel no podía mirar la cara de Moisés.
Pues su rostro brillaba con la gloria de Dios… ¿No deberíamos esperar mayor gloria
dentro del nuevo camino, ahora que el Espíritu Santo da vida»
2 Corintios 3, 7-8

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«Entonces los rociaré con agua pura y quedarán limpios… Les daré un corazón nuevo
y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra
y les daré un corazón tierno y receptivo… Vivirán en Israel, la tierra que hace
mucho tiempo di a sus antepasados. Ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios»
Ezequiel 36, 25-28

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«Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo
y los bendijo. Después partió los panes en trozos y se los dio a sus discípulos,
quienes los distribuyeron entre la gente. Todos comieron cuanto quisieron,
y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró.  Aquel día,
¡unos cinco mil hombres se alimentaron, además de las mujeres y los niños!»
Mateo 14,19-21

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«¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona la culpa del remanente
y pasa por alto los pecados de su preciado pueblo?
No seguirás enojado con tu pueblo para siempre,
porque tú te deleitas en mostrar tu amor inagotable»
Miqueas 7:18

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«Proclama… de parte del Señor Todopoderoso: “Otra vez mis ciudades
rebosarán de bienes, otra vez el Señor consolará a Sión,
otra vez escogerá a Jerusalém”
Zacarías 1, 17

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«…Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él.
Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo,
no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros
este maravilloso mensaje de reconciliación. Así que somos embajadores
de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en
nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a Dios!».
2 Corintios, 5: 18-20

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«… pondré fin a la cautividad de mi pueblo. ¡Tendré misericordia de todo Israel…!
Una vez que regresen a su propia tierra para vivir en paz…  mostraré mi santidad
en medio de ellos para que la vean todas las naciones. Entonces mi pueblo sabrá
que yo soy el Señor su Dios… Nunca más esconderé mi rostro de ellos,
pues derramaré mi Espíritu sobre el pueblo de Israel»
Ezequiel 39: 25-29

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«Después el hombre me llevó de regreso a la puerta oriental.  De pronto,
la gloria del Dios de Israel apareció desde el oriente. El sonido de su venida
era como el rugir de aguas torrentosas y todo el paisaje resplandeció
con su gloria… El Señor me dijo: «Hijo de hombre, este es el lugar
de mi trono y el lugar donde pondré los pies. Viviré aquí para siempre,
entre los israelitas»
Ezequiel 43, 1-7

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«Por donde corra este río, todo ser viviente que en él se mueva vivirá.
Habrá peces en abundancia porque el agua de este río transformará
el agua salada en agua dulce, y todo lo que se mueva en sus aguas vivirá…
Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales;
sus hojas no se marchitarán, y siempre tendrán frutos»
Ezequiel 47, 9-12

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«En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre la leña
y como antorcha ardiendo entre gavillas; consumirán a diestra y siniestra
a todos los pueblos alrededor, mientras los habitantes de Jerusalén
otra vez vivirán en su propia ciudad»
Zacarías 12, 6

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«Su dominio es eterno; su reino permanece para siempre.
Ninguno de los pueblos de la tierra merece ser tomado en cuenta.
… Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo,
porque siempre procede con rectitud y justicia,
y es capaz de humillar a los soberbios»
Daniel 4, 34-36

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»Se acerca el día —dice el Señor—, cuando toda Jerusalén
será reconstruida para mí… será santa al Señor. Nunca más
la ciudad será conquistada ni destruida»
Jeremías31: 38,40

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“De la ciudad de Sión dirán: «Éste y aquél nacieron en ella.»
El Altísimo mismo la ha afirmado. El Señor escribe en el libro
donde constan los nombres de los pueblos: «Éste nació en ella.»
Y los que cantan y los que bailan dicen: «Mi hogar está en ti.»
Salmos 87, 5-7

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«¡El Señor aparecerá sobre su pueblo y sus flechas volarán como rayos!
El Señor Soberano hará sonar el cuerno de carnero y atacará
como un torbellino desde el desierto del sur»
Zacarías 9:14

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«No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor provecho
de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar…
En cambio, sean llenos del Espíritu Santo cantando salmos e himnos
… y haciendo música al Señor … Y den gracias por todo a Dios…»
Efesios 5: 15-29

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“Dios reina sobre las naciones… Los príncipes de los pueblos
se reunieron como pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra.
¡Él es muy enaltecido!”
Salmos 47:10
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«A partir de entonces, Jesús empezó a decir claramente a sus discípulos
que era necesario que fuera a Jerusalén, y que sufriría muchas cosas terribles
a manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los maestros
de la ley religiosa. Lo matarían, pero al tercer día resucitaría»
Mateo 16:21

+

«¡Alégrate, oh pueblo de Sión!¡Grita de triunfo,
oh pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti.
Él es justo y victorioso, pero es humilde,
montado en un burro… la cría de una burra»
Zacarías 9:9

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«… Oh Israel, cuando te encontré por primera vez,
fue como encontrar uvas frescas en el desierto. Cuando vi a tus antepasados,
fue como ver los primeros higos maduros de la temporada»
Oseas 9:10

+

«Entonces…  derramaré mi Espíritu sobre toda la gente… Y haré maravillas en los cielos
y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se oscurecerá y la luna se pondrá
roja como la sangre antes de que llegue el grande y terrible día del Señor»
Joel 2: 28-31

+

«…nuestros sufrimientos no resultan en nada. No le hemos dado salvación
a la tierra, ni le trajimos vida al mundo. Pero los que mueren en el Señor,
vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez!… y cantarán de alegría.
… tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo»
Isaias 28:16-19

+

«Pronto los perversos desaparecerán… Los humildes poseerán la tierra
y vivirán en paz y prosperidad. Los malvados conspiran contra los justos…
Pero el Señor simplemente se ríe, porque ve que el día de su juicio se acerca»
Salmo 37, 10-13

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“El Señor reconstruye a Jerusalén y reúne a los exiliados de Israel…
A Jacob le ha revelado su palabra… Esto no lo ha hecho con ninguna otra nación;
jamás han conocido ellas sus decretos”
Salmo 147:2; 19-20

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«En aquel día espantaré a todos los caballos y enloqueceré a sus jinetes…
Me mantendré vigilante sobre Judá, pero dejaré ciegos a los caballos
de todas las naciones. Entonces los jefes de Judá proclamarán:
“La fortaleza de los habitantes de Jerusalén es su Dios»
el Señor Todopoderoso.”
Zacarías 12, 4-5

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«Oh Señor, a ti acudo en busca de protección; no permitas que me avergüencen.
Sálvame y rescátame, porque tú haces lo que es correcto. Inclina tu oído
para escucharme y ponme en libertad. Sé tú mi roca de seguridad, donde siempre
pueda esconderme. Da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza»
Salmo 71:1-3″Oh Señor, a ti acudo en busca de protección; no permitas que me avergüencen.
Sálvame y rescátame, porque tú haces lo que es correcto. Inclina tu oído
para escucharme y ponme en libertad. Sé tú mi roca de seguridad, donde siempre
pueda esconderme. Da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza»
Salmo 71:1-3