esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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Colaboración de
Juan José Fernández Granados

Ministerio Luz a las naciones

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Pablo dirige su carta a creyentes gentiles.


“Pero en aquel tiempo, cuando no conocíais a Dios, erais siervos de aquellos que por naturaleza no son dioses.

Gálatas 4:8


El apóstol Pablo está preocupado por las congregaciones de Galacia porque:


-> Los gálatas habían comenzado a seguir un evangelio diferente (1:6 y 7).

-> Algunos deseaban estar bajo la ley de Moisés (4:21).

-> Procuraban justificarse circuncidándose y guardando la Ley de Moisés (5:3 y 4).

-> Estaban siendo excluidos del Pueblo de Dios si no guardaban la Ley de Moisés (4:17)


Pablo estaba tan sorprendido de todo esto que llegó a pensar que los gálatas estaban bajo la influencia de un hechizo.


¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os hechizó, para no obedecer a la Verdad . . .”

Gálatas 3:1


Como los gálatas estaban siendo influenciados por un grupo de creyentes circuncidados que enseñaban la circuncisión y la observancia de la Ley de Moisés (Torat Moshé) para ser justificados, Pablo se propone en esta carta demostrar que por la Ley de Moisés ningún hombre es justificado.


Es curioso lo que estaban haciendo a los creyentes:


“…quieren excluiros a fin de que mostréis celo por ellos.”

Gálatas 4:17


Si los gálatas se circuncidan y guardan la Torá NO serían excluidos del Pueblo de Dios, pero si no se circuncidan ni guardan la Torá de Moisés, los gálatas serían excluidos, el apóstol Pablo les expone un caso similar que él mismo vivió.


“Porque antes de venir algunos de parte de Jacobo, él (Pedro) comía con los gentiles, pero cuando vinieron, empezó a retraerse y apartarse, porque temía a los de la circuncisión. Y el resto de los judíos se le unió en su hipocresía, de tal manera que aun Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban con rectitud en cuanto a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir como judíos?”

Gálatas 2:12-14


Pedro comía con los gentiles (v.12) y vivía como ellos (v. 14), pero cuando viene un grupo de creyentes judíos, Pedro, Bernabé y algunos hermanos más,  se retraen y se apartan de la comunión con los gentiles, siendo, de esta manera, excluidos (los gentiles). Pablo les habla de esto porque los que perturbaban a los gálatas querían precisamente hacer lo mismo “excluirlos”. Es algo sorprendente que Pedro olvidará tan pronto lo que Dios le había enseñado acerca de los gentiles “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro.” (Hch. 10:15).


La circuncisión era una de las cosas que separaban a los gentiles y a los judíos y esta separación había sido abolida/destruida.


“Porque El mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas . . .”

Efesios 2:14 y 15


Por eso Pablo afirmó:


“…si yo reedifico lo que en otro tiempo destruí, yo mismo resulto transgresor.”

Gálatas 2:18


Ahora no hay judío ni gentil, somos todos hermanos y todos somos uno en Yeshua.


“Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.”

Gálatas 3:27 y 28


Pablo muestra que por la obras de la ley NADIE será justificado:


“…sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley . . .”

Gálatas 2:16


Cuando afirma que somos justificados mediante y por la fe en Cristo, en griego dice “la fe DE Cristo”. Tanto la palabra griega como la palabra hebrea para fe tienen también el significado de fidelidad, por tanto, Pablo nos dice que somos justificados por la fidelidad de Cristo, es decir, no somos salvos por lo que podamos hacer (obras de la ley), somos salvos por lo que Yeshua hizo, por su fidelidad.


“…puesto que por las obras de la ley nadie será justificado.”

Gálatas 2:16


Posiblemente Pablo esté haciendo referencia al Tanaj:


“…porque no es justo delante de ti ningún viviente.”

Salmo 143:2


Lo misma enseñanza la encontramos en el libro de Romanos:


“. . . porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.”

Romanos 3:20

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Por medio de la Ley no somos justificados, por medio de la Ley  sabemos que somos pecadores y conocemos lo que es el pecado.


“. . . yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley; porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: NO CODICIARAS.”

Romanos 7:7


El argumento de Pablo continúa en el libro de Gálatas, afirmando que como nadie se puede justificar guardando la Torá, todos estamos bajo pecado y maldición.


“Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS.”

Gálatas 3:10


La referencia de este argumento en el Tanaj la encontramos en el libro de Deuteronomio:


«Maldito el que no confirme las palabras de esta ley, poniéndolas por obra.» Y todo el pueblo dirá: «Amén.»

Deuteronomio 27:26


Este versículo nos muestra que toda persona que no guarda la ley está bajo maldición.


En el libro de Romanos podemos leer:


“…porque ya hemos denunciado que tanto judíos como griegos están todos bajo pecado ….”

Romanos 3:9


Pablo nos dice que solamente seremos justificados por medio de la fe en la fidelidad y en la obra DE Yeshua.


“Y que nadie es justificado ante Dios por la ley es evidente, porque EL JUSTO VIVIRA POR LA FE.”

Gálatas 3:11


Pablo vuelve a usar el Tanaj para demostrar su declaración:


… mas el justo por su fe vivirá.”

Habacuc 2:4


En el capítulo 3, Pablo afirma que la Ley y la Fe son dos cosas totalmente distintas:


“Sin embargo, la ley no es de fe; al contrario, EL QUE LAS HACE, VIVIRA POR ELLAS.”

Gálatas 3:12


Otra vez Pablo nos cita el Tanaj para apoyar y confirmar sus argumentos:


“Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple . . .”

Levítico 18:5


Si guardamos la ley, viviremos por ella, pero si no la guardamos, recibiremos la maldición de la Ley: la muerte. Con todos estos versículos y referencias Pablo nos muestra que como Israel no ha guardado la Ley, no ha podido recibir vida, él mismo afirma de sí mismo que “este mandamiento, que era para vida, a mí me resultó para muerte” (Ro. 7:10), por tanto, el único medio para recibir vida, ya que no podemos guardar la Torá para ser justificados, es por medio de la Fe en la fidelidad y en la obra del Mesías.


“El Mesías nos redimió de la maldición de la ley . . . a fin de que en Yeshua HaMashiaj la bendición de Abraham viniera a los gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe.”

Gálatas 3:13 y 14


La Ley NO pudo darnos vida, no pudo traer salvación ni justificación por causa de nuestra debilidad, de nuestra falta de poder para cumplirla.


“Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo . . .”

Romanos 8:3


Si la Ley de Moisés hubiese podido justificar, Yeshua habría muerto en vano.


“…si la justicia viene por medio de la ley, entonces Cristo murió en vano.”

Gálatas 2:21


Una vez más, en el libro de Romanos vemos la confirmación de todo lo que estamos viendo:


“. . . siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús . . .”

Romanos 3:24


El pecado y la maldición de la Ley fue llevada por Yeshua en la cruz, él llevó los pecados de todos haciéndose maldición por nosotros.


“. . . habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO) . . .”

Gálatas 3:13


Pablo les advierte a los gálatas que querían circuncidarse que si se circuncidaban estaban obligados a guardar toda la Ley y como él mismo demuestra, la Ley NO se puede guardar.


“Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la ley.”

Gálatas 5:3


Pablo afirma que ni siquiera los que querían que los gálatas se circuncidaran, guardaban la Ley.


“Porque ni aun los mismos que son circuncidados guardan la ley, mas ellos desean haceros circuncidar para gloriarse en vuestra carne.”

Gálatas 6:13


El apóstol Pablo nos muestra también en esta carta que ahora los creyentes somos hijos de Abraham y si somos hijos también somos herederos según la promesa.


“Y si sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa.”

Gálatas 3:29


“Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios.”

Gálatas 4:7


Pablo afirma que la Ley de Moisés NO puede invalidar el Pacto que Dios hizo con Abraham, por tanto no puede anular la promesa.


“La ley, que vino cuatrocientos treinta años más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa.”

Gálatas 3:17


Pablo nos habla del propósito de la Torá de Moisés y nos dice que dicha Ley es temporal.


“Entonces, ¿para qué fue dada la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa, ley que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador.”

Gálatas 3:19


La Ley fue dada HASTA QUE viniera Yeshua. Antes de venir la Fe estábamos encerrados bajo la Ley y confinados para la fe.


“Y antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada.”

Gálatas 3:23


Pablo nos sigue diciendo que la Ley era nuestro ayo, pero que ahora que ha venido la fe ya NO estamos bajo ayo (la Ley).


“De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe. Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.”

Gálatas 3:24-26


La palabra “ayo” en griego es “paidagogos” se podría traducir por “tutor”, “guía” y/o “guardián” era la persona que llevaba al niño a la escuela, este “paidagogos” tenía un trabajo temporal, de igual forma, la Ley fue dada hasta que vino Yeshua, hasta que vino la fe.


“Digo, pues: Mientras el heredero es menor de edad, en nada es diferente del siervo, aunque sea el dueño de todo, sino que está bajo guardianes y tutores hasta la edad señalada por el padre.”

Gálatas 4: 1 y 2

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