esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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En 2 reyes 17, 24-26 se cuenta una historia que vale recordar:

 

luego de que toda la población del reino norteño de Israel -separado del sureño de Juda- fue llevado a la cautividad, el emperador asirio decidió repoblar Samaria -otro nombre para el reino de Israel- con gentes de otras naciones. Y entonces sucedió algo extraño:

 


trajo… gente de Babilonia, de Cuta,
de Ava, de Hamat y de Sefarvaim,
y los puso en las ciudades de Samaria,

y aconteció… que no temiendo
ellos a YaHWéH, envió YaHWéH
contra ellos leones que
los mataban

 

Y sigue:

 

dijeron, pues, al rey de Asiria:
Las gentes que tú trasladaste…
no conocen la ley del Dios… y
él ha echado leones en medio
de ellos,.. que… los matan

 

 

Es decir, YaHWéH mandó leones entre los nuevos habitantes del ex reino de Israel -Samaria- porque seguían a dioses extraños y no temían al Dios de ISRAEL. Y estos leones atacaban y mataban a la población.

 

 

Y la forma en que solucionó el problema es también llamativa y reveladora (ver. 27-40):

 

y el rey de Asiria mandó…:
Llevad allí a alguno de los sacerdotes
que trajisteis, y vaya y habite allí,
y les enseñe la ley del Dios…
Y vino uno de los sacerdotes que
habían llevado cautivo de Samaria…
y les enseñó cómo habían
de temer a YaHWéH

 

Y se agrega:

 

pero cada nación se hizo sus dioses,
y los pusieron en los templos
de los lugares altos que habían
hecho los de Samaria;

Así temieron a YaHWéH aquellas gentes,
y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos…

 

 

Repasemos: el emperador asirio hizo volver algunos de los sacerdotes de YaHWéH –en realidad volvió solo uno- para que enseñaran la ley de Dios/Elohim a los nuevos habitantes de Samaria y estos aprendieron a temer al Dios/Elohim de ISRAEL… pero no abandonaron sus ídolos, sino que ellos cohabitaban en lugares que habían sido dedicados a YaHWéH.

 

 

La cristiandad de hoy –como la apóstata Samaría- se ha poblado de samaritanos espirituales: temen a YaHWéH -en el mejor de los casos- pero no abandonan sus ídolos entre los cuales esta el smart phone, aunque no es el único. Y debido a que se predica un evangelio licuado persiste la idolatría… y ahora Dios/Elohim deja pasar una pandemia para llamar nuestra atención, y zamarrearnos a ver si despertamos. Se lee en Jeremías 15, 18-19:

 

¿por qué fue perpetuo mi dolor,
y mi herida desahuciada no admitió curación?
¿Serás para mí como cosa ilusoria,
como aguas que no son estables?

 

…dijo YaHWéH:
Si te convirtieres, yo te restauraré,
y delante de mí estarás…
Conviértanse ellos a ti,
y tú no te conviertas a ellos

 

 

En muchas iglesias se dice adorar a nuestro señor Jesucristo pero se han introducido apelos uegentes de este mundo al que reverencian. Se habla del mundo venidero -muy poco- pero se desea disfrutar de éste como si nunca lo fuera a acabar. Sin embargo sabemos que “no tenemos aquí morada permanente” y nuestra morada definitiva tiene ciudadanía celestial (Fil 3, 20-21). Esa es la fe de Abraham que moraba en tiendas porque consideraba este mundo indigno y sabía que no era su morada definitiva (Heb 11, 9-10). Dice YaHWéH al profeta quejoso:

 

 

si te convirtieres, yo te restauraré,
si entresacares lo precioso de lo vil,
serás como mi boca

 

 

¿somos nosotros más que el profeta Jeremías? ¿No precisaremos también ser restaurados? Hoy vemos que parte de lo que se llama “cristiandad” se convierte al mundo mientras el mundo le da la espalda a la Palabra. Entonces la fe se enfría y deja de tener influencia en comportamientos sociales básicos. Y entonces la herida que se produce en la sociedad no admite curación. Los leones de ayer son la pandemia de hoy. Es que la fe de esta cristiandad samaritana es como «aguas que pasan». Es hasta el próximo “adelanto tecnológico” que nos seducirá o la próxima ‘profecía’ de prosperidad sin vida sacrificial.

 

 

Y  por eso -como en aquellos días- el temor de YaHWéH languidece y aparecen leones que matan. Y las iglesias quedan vacías mientras corremos hacia las vacunas de las cuales no sabemos si van a ser efectivas y por cuanto tiempo -ademas de sus posibles efectos colaterales nocivos-. Se dice también en Jeremías 5, 4-6:

 


yo pensé: Solo los pobres
se comportan como tontos,
porque no saben lo que el Señor quiere…
Me dirigiré a la gente importante
y les hablaré. Ellos, sin duda,
sabrán lo que el Señor quiere…

pero todos se habían rebelado
contra Dios, se habían negado
a obedecerle

 

por eso saldrán leones de
la selva y los matarán…

 

 

Pobres y ricos, gente simple e importante, abandonan la Palabra de YaHWéH para correr hacia Egipto. ¿Ha reparado el lector que cada vez que se inicia una campaña de vacunación en cualquier parte del mundo aumentan los casos de infección por la invasión debido a nuevas cepas ? No estamos cerca del fin de la pandemia ni hacemos lo que debieramos para estarlo. Esta terminará  con oracion acompañada de arrepentimiento. Y como estamos lejos de eso tanto en la cristiandad samaritana como en la sociedad en general seguirá la gente muriendo y la economía menguando.

 

¡Revelador pasaje que nos desafía a pensar en donde estamos y hacia donde corremos!