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Leemos en una web sobre la historia de la iglesia de Santiago Apóstol en Medjugorje:
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“La antigua iglesia parroquial se derrumbó en el año 1930 y el pueblo estuvo 40 años sin templo. Cuando se decidieron a reconstruirla, con las donaciones de las familias croatas emigradas a América, el arquitecto presentó el proyecto de un inmenso templo con capacidad para mil personas. Querían rechazarlo afirmando que no se necesitaba un templo de esa magnitud para una población de 400 habitantes. Pero el arquitecto logró su objetivo asegurando que le había sido mostrado en sueños que el templo, dentro de poco tiempo, se haría pequeño para acoger a todos los fieles. Fue inaugurado el año 1969. La predicción se cumplió y hoy se celebra allí solamente la Misa de la mañana. Las demás Misas deben celebrarse en la explanada exterior, porque se reúnen miles de peregrinos”
(www.portaluz.org)
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¡Un templo con capacidad para mil personas en una aldea de montaña de 400 habitantes fruto del sueño profético de un arquitecto creído por esa pía población y que sin embargo quedo estrecho y tuvo que ‘mover sus estacas’ (Is 54, 2)! No podemos obviar esos inicios del ’fenómeno Medjugorje’ que es hoy centro de peregrinación, oración, restauración, conversión y despertar de vocaciones a escala mundial que interpela a una Iglesia que no alcanza a comprender su misterio. Esta explosión de fe se incrusta por su vez en una historia de heroísmo y martirio de los franciscanos en Herzegovina que introdujeron el cristianismo en esa región y lo mantuvieron contra el feroz ataque de los musulmanes, en tempos del imperio otomano, y contra el igualmente cancerbero embate del comunismo en tiempos de la antigua Yugoeslavia. Y como testimonio de esta fe resistente ya se había levantado a comienzos del siglo pasado en uno de los montes que enmarcan a Medjugorje -que quiere decir ‘entre montes’- una rotunda Cruz en cuya base se lee:
«A Jesucristo, Redentor de la humanidad, como signo de nuestra fe, de nuestro amor y de nuestra esperanza, y en memoria del 1900 aniversario de la Pasión de Jesús».
¿En cuántos lugares se han ideado comunitariamente textos de fe tan conmovedores? Y esto fue décadas antes de que en el otro monte comenzara a manifestarse la Gospa a partir de 1981, lo cual daría cumplimiento al sueño profético del arquitecto y generaría la particular configuración que pronto analizaremos. Pero queremos antes detenernos en la fachada de este templo profético dedicado al apóstol Santiago.
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Dos corazones sincrónicos:
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La iglesia tiene dos torres iguales, y en las dos hay un reloj marcando la misma hora:
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¿no parece obvio que con uno alcanzaría? Esto indica que hay un mensaje envuelto en esa simetría que no puede ser casual. Los dos relojes estan sincronizados, ‘laten’ al mismo ritmo. La iglesia dedicada al apostol Santiago tiene dos torres iguales lo que indica que es un templo mariano –como Notre Dame de Paris por ejemplo- con líneas arredondeadas y femeninas, no hay nada ríspido en su fachada. Medjugorje se encuentra entre dos montes, uno dedicado a la Cruz de Cristo y otro a la Gospa. Y entonces discernimos que esos dos relojes semejan al corazón de María/Myriam -el Inmaculado Corazón– latiendo al mismo ritmo que el del Hijo gestado en sus entrañas -el Sagrado Corazón-. Y además en ambas torres se ve un ritmo ascendente marcado por las estrechas ventanas.
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La aparición de la Señora sobre el pilar y su profecía:
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Vamos a recordar el sorprendente inicio de la evangelización en las Naciones:
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el apóstol Santiago, exhausto y desanimado por los escasos frutos de su esfuerzo misionero -estamos en el 40 d.C- estaba orando a orillas del Ebro junto a ocho discípulos que eran el fruto entero de su trabajo apostólico y entonces, como ya relatamos, se apareció la Virgen sobre un pilar pidiéndole que construyera una capilla cuyo altar tocara ese pilar, signo del Espíritu Santo agregando que mientras este existiera no dejarían de afluir conversaos a la fe de Jesucristo. Y entonces el apóstol comenzó a hacer diligentemente lo que le sugería su Madre y luego de haber elevado a sacerdote a uno de sus discípulos -quizás el primer levantamiento de vocaciones- retomó con nuevos bríos a su trabajo misionero aunque algunos dicen que volvió a Jerusalem en donde todavía vivía la ‘Señora’-.
Una profética composicionarquitectonica:
Ahora veamos una imagen de la Iglesia cuyo patrono es el apostol Santiago y el anexo posterior:
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Y veamos esta vista nocturna en altura:
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¿Qué vemos? pues que el ‘pabellón’ anexo a la iglesia de Santiago Apóstol el cual comenzó como un lugar para dar testimonio de las apariciones de la Gospa está ‘tocando’ el extremo del templo en donde se encuentra el altar. Es decir, nos encontramos ante un remake en escala mayor de lo sucedido en el año 40 dC a orillas del Ebro:
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1) el apóstol Santiago, ahora el santo patrono de la Iglesia de Medjugorje,
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2) el ’pilar’ de la primera aparición ahora expresado en el ‘estrado posterior adosado a esa iglesia creado para dar testimonios de las apariciones de la Virgen, y que está por su posición ‘tocando’ el altar,
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3) y el Espíritu Santo, manifestándose en convicción de pecado en las almas, aromas y portentos, gozo y Paz. La Gracia es allí derramada en forma superabundante
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4) la manifestacion de vocaciones sacerdotales como fue el caso con la imposicion de manos a orillas del Ebro para levantar el primer parroco
Y además la profecía del sueño de Don Bosco:
Principio y fin de los tiempos de la Gracia. Ellos comenzaron a orilla del Ebro y terminan hoy en la ciudad entre dos colinas, la de la Cruz y la de las apariciones de la Virgen, Medjugorje. Y esto recuerda el sueño de Don Bosco ya que fue entre la columna de la Eucaristía representada aqui por la colina de la Cruz -Monte Križevac- y la columna de Nuestra Señora Socorro de los Cristianos representada aqui por la colina de las apariciones –Monte Podbrdo– en donde el océano agitado y plagado de piratas que ponia en riesgo la supervivencia de la Iglesia se calmó y la Iglesia sobrevivió.
Y eso tambien esta expresado en esta profetica composicion en Medjugoje que señala el fin de un periodo y la apertura abre otro en donde veremos la resurreccion de la fe y una Nueva Iglesia que abarcará el mundo sembrando una Era de Paz como nunca hubo.
¡Aleluya!
