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entonces, la gloria de la luna
menguará, y el resplandor del sol se
desvanecerá, porque el Señor… reinará
en el monte Sión… con gran gloria…
a los ojos de todos los líderes
de su pueblo
Isaias 24, 23
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escúchenme, todos los que tienen
esperanza… todos los que buscan al
Señor. Consideren la piedra de la que
fueron tallados, la cantera de la que
fueron extraídos… piensen en Abraham,
su antepasado, y en Sara, que dio a luz
a su nación. Cuando llamé a Abraham,
era un solo hombre; pero, cuando
lo bendije, se convirtió en
una gran nación
Isaías 51, 1-3
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mira a tu alrededor y observa,
porque… tus hijos volverán a ti…
ellos serán como joyas o adornos de
novia para que tú los exhibas. Las
generaciones nacidas en el destierro
regresarán y dirán: –¡Necesitamos
más espacio! ¡Este lugar está
lleno de gente!
Isaias 49, 18-20
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pero ustedes… no están a oscuras,
y no serán sorprendidos cuando el día
del Señor venga… Pues… son hijos
de la luz y del día; no pertenecemos
a la oscuridad y a la noche… Es en
la noche cuando la gente duerme…
pero los que vivimos en la luz
estemos lúcidos… usemos, por
casco, la confianza de
nuestra salvación
1 Tesalonicenses 5, 4-8
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He hablado… en lenguaje figurativo,
pero pronto dejaré de hablar en sentido
figurado… Ese día pedirán en mi nombre.
No digo que pediré al Padre de parte de
ustedes, ya que el Padre mismo los ama…
Es cierto, vine del Padre al mundo y
ahora dejaré el mundo y
volveré al Padre.
Juan 16, 25-28
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Jesús gritó a la multitud: –Si confían
en mí, no confían solo en mí, sino también
en Dios… pues, cuando me ven a mí, están
viendo al que me envió… el Padre… me
ha ordenado qué decir y cómo decirlo.
Y sé que sus mandatos llevan
a la vida eterna
Juan 12, 44-50
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así que, queriendo yo hacer el bien,
hallo la ley de que el mal está presente
en mí… ¿Quién me libertará de este cuerpo
de muerte? Gracias a Dios, por Jesucristo
… la ley del Espíritu de vida… te ha
libertado de la ley del pecado
y de la muerte
Romanos 7, 21-25;8, 1-2
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Dios tomó a Cristo, que no tenía pecado,
y puso sobre él nuestros pecados,
para declararnos justos por
medio de Cristo
2 Corintios 5, 21
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por ese motivo padezco estos sufrimientos.
Mas no me avergüenzo, porque sé en quién he
creído… Guarda bien la preciosa enseñanza
que Dios te dio, mediante el Espíritu
Santo que mora en nosotros.
2 Timoteo 1, 12-13
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¡escúcheme… ¡El Señor permanecerá con
ustedes mientras ustedes permanezcan con él!
Cada vez que lo busquen, lo encontrarán; pero
si lo abandonan, él los abandonará… Por
mucho tiempo los israelitas estuvieron
sin el verdadero Dios, sin sacerdote…
y sin la ley… pero cada vez que
estaban en dificultades y se
volvían al Señor, Dios de
Israel… lo encontraban
2 Crónicas 15, 2-4
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miren a mi siervo, al que yo fortalezco;
él es mi elegido… He puesto mi Espíritu
sobre él; él hará justicia a las naciones…
No vacilará ni se desalentará hasta que
prevalezca la justicia en toda la
tierra. Aun las tierras lejanas
más allá del mar esperarán
sus instrucciones
Isaías 42, 1-4
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nos has puesto a prueba, nos has
purificado, oh Señor, como a plata…
Nos apresaste en tu red y pusiste grandes
cargas a nuestra espalda… por incendio
y por inundación hemos pasado. Pero al
final nos has dado gran abundancia
Salmo 66, 10-12
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entonces purificaré el lenguaje de…
los pueblos, para que… puedan adorar
al Señor… no hará falta que sean
avergonzados, porque dejarán de
rebelarse contra mí… Quedarán
solo…los humildes porque son
ellos quienes confían en el
nombre del Señor.
Sofonias 3, 9-12
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porque, he aquí, vienen días –declara el SEÑOR–
cuando restauraré el bienestar de mi pueblo,
Israel y Judá… También los haré volver a
la tierra que di a sus padres,
y la poseerán
Jeremias 30, 3
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las muchachas bailarán…lo mismo
que los jóvenes y los viejos. Yo les
daré consuelo: convertiré su llanto
en alegría, y les daré una alegría
mayor que su dolor
Jeremias 31, 13
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yo te doy toda esta tierra, tan lejos como
alcances a ver, a ti y a tu descendencia
como posesión permanente.¡Y te daré
tantos descendientes que, como el
polvo de la tierra, será
imposible contarlos!
Génesis 13, 15-16
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en los días venideros —dice el Señor—,
el pueblo de Israel volverá a su hogar junto
con el pueblo de Judá… Preguntarán por el
camino a Sion y emprenderán el regreso
a su hogar. Se aferrarán al Señor
con un pacto eterno que
nunca se olvidará
Jeremias 50, 4–5
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Volveré a tener misericordia de Jerusalén…
haré que mi templo sea reedificado… el
Señor consolará otra vez a Jerusalén,
la bendecirá y vivirá en ella
Zacarías 1, 16-17
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en aquel día… recogeré a las ovejas
cojas, reuniré a las descarriadas y a la
que afligí. De las cojas haré un remanente,
de las descarriadas, una nación robusta.
Entonces reinará Jehová sobre ellos en
el monte Sión, desde ahora y
para siempre
Miqueas 4, 6-7
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y temerán desde el occidente el nombre
de Jehová, y desde el nacimiento del sol,
su gloria, porque él vendrá como un río
encajonado… Vendrá el Redentor a Sión
y a los que se vuelven de la iniquidad
en Jacob… Y éste será mi pacto con
ellos, Mi espíritu… y mis palabras
que puse en tu boca, no faltarán
jamás… ni de la boca de tus
hijos ni.. de los hijos de
tus hijos… desde ahora
y para siempre
Isaías 59, 19-21
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y muchos tendían por el camino sus mantos
o ramas de árboles. Y los que iban delante
y los que iban detrás gritaban: ―¡Hosanna!
…¡Bendito el reino que viene, que es
el reino de nuestro padre David!
¡Hosanna en las alturas!
Marcos 11, 8-10
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nosotros somos ciudadanos del cielo,
donde vive el Señor Jesucristo; y esperamos
con mucho anhelo que él regrese… Él
tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo
glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21
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toda la tierra reconocerá al Señor
y regresará a él; todas las familias
de las naciones se inclinarán ante él.
Pues el poder de la realeza pertenece
al Señor; él gobierna a todas
las naciones.
Salmo 22,27-28
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miren, mi siervo prosperará; será muy
exaltado. Pero muchos quedaron asombrados
cuando lo vieron. Tenía el rostro tan desfigurado,
que apenas parecía un ser humano… él purificará
a muchas naciones; los reyes quedarán mudos
ante él. Verán lo que no se les había
contado; entenderán lo que no
habían oído hablar.
Isaías 52, 13-15
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y ¿quiénes son esos que vuelan como
nubes hacia Jerusalén,… He reservado
los navíos de muchos países… para traer
a los habitantes de Jerusalén de lejanas
tierras… Porque el Señor, el Santo de
Israel, renombrado en todo el mundo,
los ha enaltecido a los ojos de
todos… Pues aunque yo destruí
a Jerusalén… por mi amor sin
límite me apiadaré de ella
Isaías 60, 8-10
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un río trae gozo a la ciudad de nuestro
Dios, el hogar sagrado del Altísimo… no
puede ser destruida; en cuanto despunte
el día, Dios la protegerá.¡Las naciones
se encuentran en un caos, y sus reinos
se desmoronan!… el Dios de Jacob
es nuestra fortaleza
Salmo 46, 4-7
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pues tú fuiste sacrificado y tu
sangre pagó el rescate… de gente de
todo pueblo, tribu, lengua y nación. Y
la has transformado en un reino… Y
reinarán sobre la tierra»… Y… oí a
toda criatura en el cielo, en la
tierra, debajo de la tierra y en
el mar…: «Bendición y honor y
gloria… le pertenecen a aquel
que está sentado en el trono
y al Cordero
Apocalipsis 9, 13
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el Señor de los Ejércitos Celestiales
se moverá en el aire sobre Jerusalén
y la protegerá como un ave protege
su nido. Defenderá y salvará la
ciudad; pasará sobre ella
y la rescatará
Isaías 31, 5
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¡miren! ¡Se acerca un rey justo!, y
príncipes honrados gobernarán bajo su
mando… Entonces todo el que tenga ojos
podrá ver la verdad, y… el que tenga
oídos podrá oírla. Hasta los impulsivos
estarán llenos de sentido común… los
necios que viven sin Dios no serán
héroes; los canallas no
serán respetados»
Isaías 32, 1-5
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alégrese Israel en su Creador;
regocíjense los hijos de Sion en
su Rey… porque el Señor se deleita
en su pueblo; adornará de salvación
a los afligidos. Regocíjense de
gloria los santos; canten con
gozo sobre sus camas… Sean
los loores… en su boca, y
una espada de dos filos
en su mano
Salmo 149, 2-8
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la voz del Señor pronto rugirá
desde Sión… y los cielos y la tierra
temblarán…–Entonces ustedes sabrán
que yo… habito en Sión… Jerusalén
será santa para siempre y los
ejércitos extranjeros
nunca más volverán
a conquistarla
Joel 3, 16-17
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el Señor volverá a consolar a Sion
y tendrá piedad de sus ruinas. Su
desierto florecerá como el Edén… Allí
se encontrarán gozo y alegría; los
cantos de gratitud llenarán el
aire… mi ley será proclamada
y mi justicia llegará a ser
una luz para las naciones
Isaías 51, 3-4
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¡miren! Pongo una piedra en los
cimientos de Sión, una preciosa
piedra principal como cimiento,
escogida para gran honor. Todo
el que confíe en él jamás
será avergonzado
Isaías 28, 16
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no se acuerden de las cosas pasadas…
Fíjense en que yo hago algo nuevo, que
pronto saldrá a la luz. ¿Acaso no lo saben?
Volveré a abrir un camino en el desierto,
y haré que corran ríos en el páramo…
para que beba mi pueblo escogido
Salmo 43, 18-20
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tal como se encuentran uvas buenas
en un racimo de uvas malas así mismo,
no destruiré a todo Israel. Pues aún
tengo verdaderos siervos allí.
Conservaré un remanente de
Jacob y de Judá, para
que posea mi tierra
Isaías 65, 8-9
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El Señor reconstruye a Jerusalén
y reúne a los dispersos de Israel.
Él sana a los que tienen roto el
corazón, y les venda las heridas…
Grande es nuestro Dios… su
inteligencia es infinita
Salmo 147, 2-6
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¡regocíjense con Jerusalén, alégrense
con ella todos cuantos la aman!…
Como río inundará la prosperidad
a Jerusalén… pues yo le enviaré
las riquezas de los gentiles. Sus
hijos serán amamantados por sus
pechos, llevados en sus caderas
y mecidos en su regazo
Isaías 66, 10-12
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los expatriados de Israel regresarán
después del exilio y ocuparán la franja
costera… regresarán a sus tierras
y conquistarán… Porque vendrán
libertadores a Jerusalén y
gobernarán sobre todo Edom.
¡Y el Señor será el Rey
Abdías 1, 20-21
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entonen un canto nuevo al Señor… todos
los que habitan en los más remotos rincones
de la tierra. ¡Canta, oh mar! ¡Canten todos
los que moran en tierras distantes de
ultramar!… Que las costas del
oeste glorifiquen al Señor
y canten su gran poder
Isaías 42, 10-12
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Lo vistieron con un manto púrpura
y armaron una corona con ramas de
espinos y se la pusieron en la
cabeza. Entonces lo saludaban
y se mofaban: «¡Viva el rey de
los judíos!». Y lo golpea…
le escupían y se ponían
de rodillas para adorarlo
burlonamente. Cuando al
fin se cansaron de hacerle
burla, le quitaron el manto
púrpura y volvieron a ponerle
su propia ropa. Luego lo llevaron
para crucificarlo.
Marcos 15, 17-20
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no tenía atractivo como para desearlo.
Todos lo despreciaron y lo rechazaron…
evitábamos mirarlo, lo ignorábamos y lo
considerábamos como harapo pisoteado en
el camino. Y sin embargo, el sufrimiento
que él padeció es el que a nosotros nos
correspondía… ¡él fue herido y maltratado
por los pecados nuestros! ¡Se le castigó
para que nosotros tuviéramos paz,
lo azotaron y nosotros fuimos
sanados por su sufrimiento!
Isaias 53, 2-5
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ocho días después, los discípulos
estaban juntos de nuevo, y esa vez
Tomás se encontraba con ellos. Las
puertas estaban bien cerradas; pero
de pronto, igual que antes, Jesús
estaba de pie en medio de ellos y…
le dijo a Tomás: —Pon tu dedo aquí
y mira mis manos; mete tu mano
en la herida de mi costado.
Ya no seas incrédulo. ¡Cree!
—¡Mi Señor y mi Dios!
—exclamó Tomás.
Juan 20, 26-28
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Él subió a una de las barcas, que
era de Simón… ―Lleva la barca adonde
el agua está más profunda y allí echa
tus redes… Ellos hicieron lo que él
les dijo, y recogieron tantos peces que
las redes se les rompían… Cuando Simón
Pedro vio esto cayó de rodillas ante
Jesús… ―No tengas miedo, de ahora
en adelante serás pescador de seres
humanos. Entonces… lo dejaron
todo y siguieron a Jesús
Lucas 5, 3-11
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y yendo, predicad, diciendo: “El
reino de los cielos se ha acercado.”
Mateo 10, 7
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durante los cuarenta días que siguieron
a sus sufrimientos, se presentó repetidas
veces ante los apóstoles… En todas
esas ocasiones les habló del
reino de Dios
Hechos 1, 3
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¡miren! ¡El Señor viene!
Deja su trono en el cielo y
viene hacia la tierra caminando
sobre la cumbre de los montes…
que los montes se derriten a su
paso… los valles se dividen
como cortados por las aguas
que se desbordan con fuerza
Miqueas 1, 3-4
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pero aun así, yo traeré de nuevo
a mi pueblo de regreso desde todos
los países en donde mi furia los
habrá esparcido. Los traeré… y haré
que vivan en paz y seguridad.
Y ellos serán mi pueblo
y yo seré su Dios.
Jeremías 32, 37-38
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