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8/09/2013
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Mientras el mundo se pierde en el laberinto de que hacer con las armas químicas sirias, y aun el Papa convoca a una vigilia, los cristianos en Egipto –y en Siria- como antes en Nigeria, siguen sufriendo muertes atroces. Y no a consecuencia del gas sarin, sino de algo mucho peor: el odio islámico. Quienes son objeto de este zarpazo mortal de la bestia ya están en la presencia del Señor. Dice Apocalipsis 6:9:
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«Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios y del testimonio que tenían»
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quizás sean las primicias en estos tiempos crepusculares del gran clamor en el cielo de las almas de los mártires para que el Señor acabe con el asesinato de sus hermanos. Y decimos “las primicias” no porque sean pocos los cristianos que en estos días sufren martirio sino porque sabemos que lo que viene en materia de persecución es peor.
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Compartimos el siguiente link que describe el horror que hoy mismo sacude Egipto:
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