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14/10/2015
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-> los garfios en las quijadas
Un espiral de diámetro planetario parece dispuesto a atraer y devorar en su interior las ambiciones -declaradas y ocultas- de todas las naciones. El despliegue de la aviación rusa y la posibilidad de que lo hagan también tropas de ese país, que se unirían a las de Irán y Hezbolá, más el ejercito sirio de Bashar al Assad, ha trastocado dramáticamente el tablero del poder en esa región del planeta de historia milenaria. La heterogénea coalición que decía liderar EEUU ha empalidecido y las naciones europeas, que están siendo invadidas por emigrantes que huyen de una guerra sin solución, se enfrentan de pronto a la paradoja de desear apoyar a lo que ven como un intento serio de erradicar el llamado Estado Islámico –que en adelante llamaremos ISIS(Daesh)- que constituye un peligro real intrafronteras, a la vez que lidiar sin ideas claras con el expansionismo ruso. Y a este viejo conocido de la geopolítica mundial se une ahora otro que ya tuvo sus momentos de gloria: el expansionismo iraní, socorrido por el reciente acuerdo para la contención de sus planes nucleares que permitirá relanzar su economía.
Es obvia la implicancia profética de estas cosas. Veamos: el anzuelo para la asociación de Siria, Rusia, e Irán fue –es– la imperiosa necesidad de destruir Daesh. Ahora bien, supongamos que se logra ese objetivo –no sabemos cual será el curso de los acontecimientos y no vamos a detenernos en su análisis- pero demos por hecho que esta nueva coalición puede eliminar o debilitar definitivamente a ISIS(Daesh), entonces ¿cuál seria su próximo paso? Pues imponer un status quo al Estado de Israel para completar la faena. Anunciarían mas o menos esto:
no ISIS/DAESH + no Estado de Israel = pax en Oriente Medio.
+Dice Ezequiel 38: 4-6:
“…pondré garfios en tus quijadas y te sacaré a ti junto con todo tu ejército: caballos y jinetes, completamente equipados, una gran multitud con paveses y escudos, armados todos ellos con espadas. Persia, Cus y Fut con ellos… con todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, con todas sus tropas. Muchos pueblos estarán contigo”
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Hoy el Estado de Israel –un Estado Judío que no contiene a Israel(Efraín)– no sabe si puede contar para su defensa con su poderoso aliado de siempre. Y la acumulación de fuerzas que juran su aniquilamiento -notoriamente Iran, Hezbola y Daesh- compromete su defensa en lo externo, a la vez que sufre en lo interno una nueva intifada, mas peligrosa que las anteriores.
En el conocido pasaje de Ezequiel se habla de una gran coalición que viene del norte –y se menciona también naciones del norte de África-. Y podríamos discernir que los “garfios en las quijadas” para atraer a esas poderosas naciones al mismo campo de batalla son la mencionada destrucción de Daesh. Recordemos que esta agrupación que practica el terrorismo extremo -la yihad mas abyecta- siempre se situó en el fin de los tiempos, en medio de fragores “apocalípticos” (nota 1). Y creen que un “Mesías islámico” vendrá en su auxilio una vez encaminada la yihad mundial, cosa que están procurando con persistente mala intención que -¡vaya sorpresa!- cautiva a ciertos almas desilusionadas de occidente que se alistan en sus milicias cubiertas de negro y de sangre. Solo el Autor de la historia puede crear un anzuelo semejante para reunir peces tan gordos -los «garfios en las quijadas»-. El horror, en este caso, es el que convoca. Y mas adelante dice el pasaje de Ezequiel refiriéndose siempre a Gog: “En aquel día subirán pensamientos a tu corazón y concebirás un plan perverso” (v. 10). Y ese es el plan perverso: la imposición de un satus quo al Estado de Israel y Jerusalem bajo la lideranza de Rusia, presumiblemente, aunque nada se sabe a ciencia cierta todavía. Seguido de acciones que ofendan en grado sumo el culto de YaHWéH -que ahora es el revelado por el Hijo- lo que provocará el Acontecimiento final al que alude la exclamación gozosa de Apocalipsis 1:7:
“¡Miren! Él viene en las nubes del cielo. Y todos lo verán, incluso aquellos que lo traspasaron. Y todas las naciones del mundo”
¡Aleluya!, la escena largamente esperada durante más de veinte siglos ya se vislumbra.
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Las profecías sobre Damasco
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En estos días se ha citado con insistencia las profecías bíblicas sobre Damasco. Comenzando por las del capitulo 17 de Isaías, una parte de la cual dice:
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«He aquí, Damasco dejará de ser ciudad,
y vendrá a ser un montón de ruinas.
Abandonadas están las ciudades
de Aroer; serán para los rebaños,
para que se echen en ellas…
Desaparecerá la fortaleza de Efraín
y la soberanía de Damasco,
y el resto de Aram vendrá a ser
como la gloria de los hijos de Israel»
(V. 1-3)
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Y también:
«Las ciudades de Hamat y Arpad están
avergonzadas, porque les han llegado
malas noticias. Se llenan de terror,
no pueden estar tranquilas. Damasco,
ya sin fuerzas, se dispone a huir.
La dominan el pánico, la angustia
y el dolor, como a una mujer de parto»
Jeremías 49: 23-25
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El pasaje dice: “desaparecerá la fortaleza de Efraín y la soberanía de Damasco”. Es que el norteño reino de Israel(Efraín) y Damasco estaban asociados en aquellos días y fueron juntamente asolados por la invasión asiria. Pero la ciudad de Damasco no quedó en ruinas por lo cual estamos ante una profecía de doble referencia que debe terminar de cumplirse. Vienen días aciagos para esa ciudad y para el régimen de Bashar al Assad. Si Damasco ha de quedar totalmente en ruinas -ahora lo está solo en parte- y Bashar al Assad sin poder alguno, veremos un cambio dramático en la situación actual.
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-> “desaparecerá la fortaleza de Efraín”
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Vimos en otro lado que ‘Efraín’ es hoy los EEUU, nación que fue fundada en torno al Dios de Abraham pero que ahora mismo esta en la línea de apostasía de los reyes del norte de Israel(Efraín) (ver links al final). El reino del norte de Israel(Efraín) tuvo resonantes victorias militares y prosperidad boyante, además de una activa diplomacia internacional. Pero en días de Jeroboam II se anunció su excomunión y la dispersión de su población entre las naciones. Similarmente, el poderío de los EEUU esta siendo desafiado por ISIS/DAESH -cuyo crecimiento no supieron controlar- desde la misma región que ocupó el antiguo imperio asirio, aunque esta vez a nivel planetario. Y la “fortaleza de Efraín” esta decayendo aceleradamente en el descrédito internacional, lo que permitió el surgimiento de otros poderes alternativos, ya sea fácticos, diplomáticos o o en las redes virtuales.
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-> languidece la gloria de Jacob
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A continuación el pasaje citado dice: “Acontecerá en aquel día que la gloria de Jacob menguará” (v. 4). Vimos que “Efraín”, “Jacob” y “tribus de Jacob” son términos intercambiables y se refieren a los hijos de Israel(Efraín) en el destierro. Acabamos de referirnos a la “fortaleza de Efraín”. Pero ¿a que se refiere este pasaje cuando dice: “la gloria de Jacob” en el contexto de hoy? Seguramente no se trata esta vez de ejércitos. Sabemos que el instrumento para rescatar las tribus de Jacob(Efraín) de entre las naciones fue y es el evangelio del Reino. Y que las iglesias de Cristo son los pequeños apriscos que sumados unos con otros constituyen el “otro redil” al que se refirió Jesús/Yeshua como algo que era imperioso congregar de nuevo a Sión. Con ese objetivo nuestro Señor planeó la misión apostólica continuada luego por las iglesias de Cristo. De modo que la «gloria de Jacob» contemporánea es la que se manifiesta en el creyente por obra del Espíritu Santo. Ellos han sido restaurados al culto de YaHWéH, iluminado por la revelación del Hijo, lejos de su tierra. Y es esa Gloria la que esta menguando ahora, tanto por las persecuciones del islamismo como por el ninguneo de una sociedad occidental enferma.
Lo primero es obvio pero también lo segundo ¿alguien puede dudar que cada día se respeta menos el cristianismo en los países de la “cristiandad”? Estamos viendo que una gran parte de Europa se avergüenza de la fe que fue su cuna y señal de identidad. Y cosas similares pueden decirse de los EEUU. De modo que estas dos hojas de tijera: la persecución islámica, y el ninguneo al cristianismo en la cultura occidental hacen que de alguna manera la gloria de Jacob que iluminó las naciones, esté ahora vacilando a los ojos de un mundo impío. ¿No preguntó nuestro Señor si habría fe en el mundo el día de Su retorno?
Veamos algo mas: guste o no el centro del aprisco universal de las tribus de Jacob restauradas .las iglesias cristianas- es el Vaticano. Es decir, este es el lugar representativo de nuestra fe y el papa es la cabeza visible. Una herida en esa cabeza universal (nota 2) sería la señal de que “la gloria de Jacob” se desvanece y se prepara para salir de este mundo y mudarse al venidero, así como la Gloria de YaHWéH se retiró del Templo de Jerusalem (Ezequiel 11:23) y volvió sobre los apóstoles y María/Myriam -siglos después- en el día de Pentecostés.+Y siguiendo el espiral ascendente del Plan de Redención un cambio radical a escala planetaria viene en estos días. Y sobre el Monte de los Olivos por donde se desvaneció la Gloria del Templo, descenderá Jesús/Yeshua -YaHWéH Justicia Nuestra- derrotando a los enemigos de ISRAEL y dando inicio luego a Su prometido Reino milenial de Paz y Justicia universal.
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nota 1): lo siguiente se puede leer en la revista Dabiq, órgano “oficial” de Daesh:
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«Este no es el comienzo, es el fin. Es la culminación de una guerra de siglos que se ha quemado y cocido a fuego lento, pero que nunca se ha concluido, pronto las llamas crecerán y, al fin, lo llegará a consumir todo. Es el apocalipsis. Y está a punto de llegar»
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nota 2): el papa Juan Pablo II fue alcanzado en su cuerpo, Benedicto XVI en su fuerza interior menguada además por los años. Francisco hace gala de una jovialidad y capacidad de trabajo que supera el umbral de su edad, pero enfrenta una feroz oposición interna y ya anunció que sentía que su tiempo en la cátedra de Pedro sería breve. Algo muy especial está ocurriendo ahora mismo en el Vaticano que lo pone a la vista y consideración de todos como nunca antes, y es por eso que debemos estar atentos a los sucesos que allí se originan. El languidecimiento de la gloria de Jacob, producirá una señal definitiva en torno a la tumba y la cátedra de Pedro.
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continua en:
«EL ASIRIO FINAL»
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