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Cuando Carlomagno se propuso conquistar y cristianizar Sajonia hizo algo que quizás no sería bien recibido hoy: destruyó y quemó el Irminsul. Dice un portal sobre el motivo de esta acción (nota 1):
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“El motivo por el que Carlomagno destruyó el Irminsul fue claramente para debilitar los antiguos cultos paganos y favorecer la expansión del cristianismo.”
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¿Y que era el Irminsul?
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“un tronco colocado verticalmente, de gran tamaño… que lo sostenía todo… conectaría el cielo y la tierra, sosteniendo todo el Universo”
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era el pilar de su credo pagano y Carlomagno hizo una lectura correcta al entender que mientras ese enorme poste de roble permaneciera en pie la cruz no prevalecería. Había que destruir el Irminsul primero para que la cruz ocupara su lugar. Y en efecto, su destrucción dejo al culto pagano sin sustento -¡el cielo no cayó!- y pronto Carlomagno sería testigo del bautismo del cabecilla de los sajones –Viduquindo-. Y con él todos ellos. Cierto es que hasta ese momento aun hubo guerras y sangre, pero antes las había habido y los sajones volvían a levantarse en torno a su culto. Cuando el Irminsul no estuvo más en pie vieron la cruz.
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Digo esto porque sin duda la exhortación ‘Querida Amazonia’ evitó caer en errores groseros que parecía que habían ganado libre curso en el Vaticano y hubieran precipitado un cisma. Veamos:
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↬evitó renunciar al celibato de los sacerdotes,
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↬exhortó a predicar el evangelio (que es en lo que falló clamorosamente una Iglesia que por esos lugares parece haber sido tomada por la ideología o la desidia),
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↬ exhortó a la preparación de misioneros en otras regiones para mandarlos a llenar ese enorme vacío,
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↬valora y anima la contribución de las mujeres pero sin convertirlas en ‘diaconisas’.
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↬renunció a hablar de la ‘internacionalización’ de la Amazonia, uno de los desvaríos mayores del ‘globalismo’,
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↬advirtió de los peligros de una posición ‘primitivista’ radical que abogue por no cambiar nada, cuando la historia del cristianismo siempre ha sido lo opuesto: transformar todo lo que toca,
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↬mantuvo el llamado a la ‘conversion ecologica’ dentro de límites razonables quitandole su categoría de casi nuevo dogma,
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Y con esto creo que podemos respirar aliviados después de haber bordeado el abismo. Espero que quienes planearon esta inquina con mala intención y alevosía se sientan decepcionados. Pero con todo persiste una especie de respeto por los cultos paganos revistiéndolos de una sabiduría que es precisamente la que Cristo vino a sustituir. Dice Colosenses 1, 20:
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y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz
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en este pasaje hay mucha más Sabiduría que la rudimentaria que pueda exisitir en el culto a la Pacha Mama que sufrimos en los jardines del Vaticano y si algun obispo no lo percibe es mejor que haga un análisis sobre que es lo que pasó con su fe (Gal 4, 9).
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El cristianismo no necesita ‘enriquecerse’ con nada venido del paganismo -un tipo de razonamiento que adquirió curso libre en estos aciagos días-. Tambien en ‘Querida Amazonia’ se habla aunque moderando los términos del tipo de relacionamiento social indígena como si tuviera una especie de santidad infusa. Esto no es verdad: todo hombre es pecador y con seguridad que sus corazones y sus relaciones sociales precisan ser lavados por la sangre de la cruz tanto como los de cualquiera. Quitando esa pátina de ‘respeto’ residual a lo que es ignorancia -en el sentido evangelico del término- a mi me parece que en cierto modo el papa mandó a los lideres eclesiasticos de la Amazonia a trabajar, a poner manos a las cosas aunque se trate de un problema dificil cruzado de peligros mortales antiguos y nuevos. Pero ya se ha perdido mucho tiempo escuchando cantos de sirena y esto no abundó para la salud de aquella zona sino para la infiltración mafiosa.
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Quizás los que rendían culto al Irminsul después de su destrucción entendieran lo que dice Colosenses 1, 17:
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Él ya existía antes de todas las cosas y mantiene unida toda la creación.
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y vieron que no era necesario la existencia de ese pilar para sostener y mantener todo armoniosamente unido. Pero para que algo tan elmental quedara en evidencia era preciso derribarlo -tenía un enorme tamaño-. Tal vez la idea del Irminsul pueda resultar bonita poéticamente y no sea implícitamente satánica pero cuando acerroja el alma para no percibir la Verdad se transforma en instrumento eficaz del Enemigo. Algo como la destruccion del Irminsul debe ser la prédica de la Iglesia en la Amazonia. Decir la Palabra sin complejos ni vanas adulaciones a conceptos paganos para que el Espíritu la selle con portentos y señales y puedan ser redimidos los cautivos del error y renacer del agua y el Espíritu. El papa escribe que los indigenas ‘tienen derecho’ a que se les predique el evangelio ¿era necesario decirlo?. Hablar sin complejos contra cultos errados es lo que siempre hizo la Iglesia, nada ‘nuevo’ es preciso imaginar excepto recoger pautas culturales locales no idolatricas. La Novedad está en el mensaje que no se aja ni pasa de moda, ni precisa ser vitaminizado por cultos animistas y/o ideologías in-trascendentes.
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nota 1): www.labrujulaverde.com
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