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+¿acaso no se asusta la gente cuando escucha
sonar la alarma? ¿Acaso vendrá sobre la
ciudad algún castigo que no lo haya
mandado el Señor?…

Amos 3, 6-7
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Si leemos atentamente el prefacio de la apertura de cada uno de los primeros cuatro sellos, en todos ellos se dice luego de la alusion al Cordero que es el Unico que puede romper los sellos:
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cuando el Cordero rompió el primer sello, oí que el primer ser viviente decía: «¡Ven!
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-en los siguientes sellos se dice: segundo, tercero y cuarto-
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es decir, un “ser viviente” tras otro introduce a cada caballo y su jinete en escena y esto me parece expresivo de la importancia de lo que está sucediendo porque estos seres ocupan la parte mas elevada del coro angélico y estan dedicados a la continua alabanza del Altísimo. Y en este caso están acompañados por los veinticuatro ancianos que rodean el Trono según leemos en Apocalipsis 5, 8:
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y cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero
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¡lo que constituye un ¡menuso apoyo de allegados al Poder a Quien esta abriendo los sellos y su actitud de adoración demuestra que el Cordero es Dios y que lo que viene a continuación es de gran importancia! ¡Guau!

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Y comon ya hemos analizado el primer sello seguimos con el análisis el segundo sello:
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apareció otro caballo, de color rojo. Al jinete se le dio una gran espada y la autoridad para quitar la paz de la tierra. Y hubo guerra y masacre por todas partes.
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Es decir, luego del primer ‘jinete’ viene guerra como lo indica la “gran espada” que aquí se menciona. Y esta es una alusión explícita al islamismo militante, el de la yihad. Veamos el símbolo central de la bandera de Irán:

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es una “gran espada•” rodeada de cuatro lunas como las que pisa la Virgen en la imagen de Guadalupe. Esto quiere decir que quienes ‘quitan la paz’ de este mundo son los que están en continua yihad -como manda el Corán-. Tanto en la versión más conocida: ISIS, AlQaeda, talibanes y sus franquicias, como en la versión institucionalizada: el régimen de los ayatolas iraníes y Hetzbola, su franquicia libanesa. A lo que hay que sumar los grupos que actúan en Siria -y es difícil hacer una lista- y los grupos africanos que también son varios, y los de Asia. Todos estos esgrimen sin titubeos la “gran espada” para “quitar la paz” del mundo.
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Sobre el tercer sello se dice:
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vi un caballo negro, y el jinete llevaba una balanza en la mano. Y oí que una voz que salió de entre los cuatro seres vivientes decía: «Un pan de trigo o tres panes de cebada costarán el salario de un día. Y no dañes el aceite de oliva y el vino».
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y reparemos en esto último es el cerno de este sello y leemos que una voz “que sale de entre los cuatro seres vivientes”-y nadie sobre la tierra tiene autoridad para contradecir- decreta una carestía de alimentos esenciales. Las estanterías de góndolas vacías fruto de la pandemia del terror de estos días son una buena ilustración de lo que antecede a este sello: el desabastecimiento. Pero la voz exceptúa el aceite de oliva, emblema del Espíritu Santo y el vino emblema de la Sangre redentora de Cristo. Esto es: el Pueblo Santo no será dañado, ya que está preservado para vida eterna y la voz lo sabe.

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Sobre el cuarto sello se dice:
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vi un caballo de color verde pálido. El jinete se llamaba Muerte y su compañero era la Tumba. A estos dos se les dio autoridad sobre una cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre y con enfermedad y con animales salvajes.

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y vamos aquí solo a comentar la alusión a los “animales salvajes” ya que lo demás es claro aunque muy duro y preferimos no detenernos en ello. Eran el instrumento de martirio en el Imperio Romano y fueron usados para matar a los cristianos y esa expresión se refiere a eso: martirio. Y tanto que el quinto sello hace referencia explícita a esta muerte testimonial por Cristo a la que van a ser llamados algunos o ya lo han sido ¡Dios bendiga esas almas! Y el sexto y el séptimo sello nos hablan de la etapa final del Castigo: los tres días de oscuridad seguidos de conmociones planetarias en todas las modalidades imaginables que conlleva el aniquilamiento de la Gran Babilonia primero y el fugaz pero feroz reino del ‘anticristo’ al final -creo que aqui se mezclan imágenes del Cestiogo y del dia de la Ira final-.
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Ahora bien, una revelación excluyente es saber que la Madre de Cristo/Mashíaj de ISRAEL ha sido destinada por Su Hijo -el Cordero Redentor- y por el Padre Eterno para cuidarnos. Ella es nuestra Madre. Este proceso final que se inicia en estos días terminará con el rapto que nos llevará al mundo venidero (Mat 24, 31) a los “que hayamos quedado” aunque los más accederemos allí por el camino de toda carne mortal (1 Tes 4, 17). Pero ahora mismo solo estamos en la antesala del Castigo. Todavía han de acontecer cosas marcantes como el Aviso y el Milagro para lo cual hay que esperar aunque sobran los dedos de una mano para contar los años que faltan. Nuestra Madre nos dijo por primera vez en Fátima: “Mi Corazón Inmaculado triunfara” y esto se cumplirá. Pongámonos entonces bajo su Manto tanto más cuando todos los días escuchamos desde el Vaticano señales que por su ambigüedad y/o equivoco presagian el cisma que precederá al Juicio sobre esta Iglesia que quiere agradar más a los hombres que a su Creador. Pero al remanente fiel le amanecerá la gloriosa Restauración que viene de lo Alto, de manos del Papa Angélico. El Plan Amoroso del Altísimo se cumplirá y los que por Su Gracia permanezcamos en fidelidad podemos descansar gozosos en esa certeza mientras esperamos con anhelo el Reino prometido (Heb 11, 10).
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Amen y ¡¡Maranatha!!+
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