esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

 

+En este sitio nos referimos en varios estudios a la expansión de la fe cristiana, especialmente en los pueblos primigenios de la actual Europa, y la conmoción en la historia de las naciones que la obra misionera significó. No solo por plantar la semilla de la Palabra en pueblos que vivían en “nublado y oscuridad”, haciendo resplandecer en ellos una Luz que lleva Vida a todo cuanto toca, sino porque -por eso mismo- el evangelio produjo frutos sazonados que transformaron todo a su alrededor.

 

Ya se ha dicho que el propio desarrollo científico fue potenciado por la revelación al mundo de un Dios que hizo todo con maravilloso orden. Y fue intentando desentrañar ese orden intrínseco evidente, y ese diseño impreso en todas las cosas, que la ciencia se hizo posible y cobró impulso. Sin la suposición previa de que existe un orden, que por propia definición es algo no-aleatorio o fruto de la casualidad, no tendría sentido la investigación científica y la ciencia pura.

 

El articulo que compartimos hace un análisis de esa “otra” influencia del impulso misionero de la iglesia, que al principio era solo la Iglesia Católica, aunque cosas similares pueden decirse de las misiones evangélicas que se sumaron después.  Leemos por ejemplo lo siguiente, refiriéndose a la etapa fermental de la refulgente Europa a la que tanto aludimos en este sitio:

 

«Lo que con su fuerza no habían logrado las legiones romanas lo consiguen los frailes que vadean el Rin y el Danubio, convirtiendo a los pueblos y tribus germánicos y escandinavos. Gracias a la Iglesia, los godos, vándalos, vikingos, sajones o lombardos no solo abrazan la fe de Cristo, sino que también incorporan a sus sociedades el derecho, la filosofía, la ética y la organización social de la antigua Roma, civilizándose y estructurándose como naciones ordenadas»


Y también leemos:


«La expansión del cristianismo es la expansión de la cultura. Los misioneros desarrollan una labor civilizadora y a la sombra de iglesias y monasterios surgen las primeras escuelas y se alzan orfanatos, lazaretos, dispensarios y cooperativas»


Cosas que debían hacer meditar a aquellos que casi que se avergüenzan de que Europa haya tenido una matriz cristiana ¿debiera acaso haber sido “laica”? ¿que significado hubiera tenido ese concepto en aquellos días?.

 

Muchos hablan -directa o indirectamente- del “oscurantismo” que parece que trajo al mundo la fe cristiana, pero son millones los que año tras año se maravillan con la técnica y el arte inspirado de eterna belleza que encontramos en templos y monasterios románicos y góticos, ejemplos magníficos de aquellos días que hoy nutren -entre otras cosas- la industria del turismo. ¿Pudieron estas cosas que encantan aun hoy la imaginación del mundo ser creadas por una mente cerril y oscurantista, o, por lo contrario, parecen hablarnos una mente abierta que siempre quiso llegar mas allá, romper barreras, abrir horizontes?

 

Este es el link del artículo que expone el evidente perfil civilizador de la obra misionera a través de los siglos:

 

http://www.abc.es/sociedad/20131019/abci-iglesia-civilizadora-201310181515.html