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Colaboración de
Juan José Fernández Granados
Ministerio Luz a las naciones
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viene de:
LO QUE PABLO NOS DICE SOBRE LA LEY (II)
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La Ley de Moisés, incluyendo los 10 mandamientos, era y es un ministerio de condenación y de muerte.
“Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria . . . ¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia.”
II Corintios 3:7, 8 y 9
La Ley fue dada para mostrarnos que necesitamos la gracia de Dios, que necesitamos la misericordia de Dios, que necesitamos un Salvador:
“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús . . .”
Gálatas 3:24-26
El “ayo” del que habla Pablo, NO es el Maestro, la palabra griega es “paidagogos” y este “ayo” era un siervo o un esclavo que llevaba a los niños a la Escuela para ser instruidos por el Maestro, la Ley era el siervo/esclavo que nos llevó al Maestro, por tanto, la Ley NO es nuestro Maestro, nuestro Maestro es una persona llamada Yeshua y Yeshua es más grande que cualquier “ayo”. Por eso, ahora que ha venido el Maestro YA no estamos bajo “ayo”. ¿Quién es nuestro Maestro: Moisés o Yeshua? ¿Somos discípulos de Moisés o somos discípulos de Yeshua? . . .
“Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree.”
Romanos 10:4
Yeshua es el fin, el propósito, la finalidad, la meta de la Ley, una vez que Yeshua vino, ya NO estamos bajo tutores ni guardianes, ya no estamos bajo la Ley.
Muchos rabinos y maestros NO están usando la ley legítimamente, están usando la Ley para lo que NUNCA fue dada. Cuando Yeshua predicaba, él usaba la Ley debidamente porque la usaba para mostrar a los hombres que NO podían agradar a Dios, la Ley mostró a los hombres que NO eran justos y estaban lejos de Dios.
“Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente . . .”
I Timoteo 1:8
Yeshua vino en una época en la que los fariseos pensaban que guardaban la ley de Moisés, creían que eran justos y que no eran pecadores, Yeshua cuando les confronta, les mostró todo lo que abarca la Ley de Moisés, Yeshua amó la Ley, cumplió la Ley, enseñó la Ley y la engrandeció mostrando que todos los que pensaban que estaban cerca de Dios, en realidad estaban lejos de Él, sabemos que muchos fariseos dieron su vida por la Ley, pero Yeshua afirmó que la justicia de los escribas y fariseos NO era suficiente para entrar en el Reino de Dios (Mt. 5:20), los escribas y fariseos NO alcanzaron la justicia de Dios (Pablo afirmó que no la alcanzaron porque querían establecer su propia justicia a través de su obediencia y sus obras – Ro. 10:3 y 9:32). Yeshua dijo:
“¿No os dio Moisés la ley, y sin embargo NINGUNO de vosotros la cumple?”
Juan 7:19
El testimonio de Yeshua es claro: “NINGUNO de vosotros la cumple”. No solamente Yeshua, nuestro Rabino, hizo esta declaración, también Pedro afirmó:
“Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que NI nuestros padres NI nosotros hemos podido llevar?”
Hechos 15:10
Un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar. Este yugo es la Torá de Moisés, la Ley en el Pueblo de Israel siempre se ha visto como un yugo, ¿Te hablan del Yugo de la Ley y de los mandamientos los que quieren que vuelvas a la Torá de Moisés? . . .
“en lo que respecta a la Torá, el hombre debe en todo momento poner su hombro bajo el yugo, como un buey y llevar la carga como un asno”
Avodah Zarah 5b
Pablo nos habla de este yugo (Gl. 5:1) porque los Gálatas estaban pensando en circuncidarse y guardar la Ley de Moisés, Pablo, que era un Sabio de la Torá enseñado a los pies de uno de los grandes Rabinos llamado Gamaliel (Hch. 22:3), les dice a los Gálatas: “si os circuncidáis, tenéis que guardar TODA la Ley”.
“Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir TODA la ley.”
Gálatas 5:3
Pablo sabía que la Ley no es un juego, no podemos decir me quedo con este mandamiento, pero no me quedo con aquel, no podemos elegir los mandamientos de la Ley que a nosotros nos gusten más o que sean más fáciles de cumplir, es todo o nada, es la bendición o la maldición, es la muerte o la vida . . . en el momento que te circuncidas, Pablo afirma que tienes que guardar TODOS los mandamientos y Pablo sabe que NADIE ha podido guardar TODA la Ley, sólo una persona pudo hacerlo: YESHUA HAMASHIAJ – JESUCRISTO.
Pablo llegó a decir a los Gálatas algo MUY significativo:
“Porque ni aun los mismos que son circuncidados guardan la ley, mas ellos desean haceros circuncidar para gloriarse en vuestra carne.”
Gálatas 6:13
En otras palabras Pablo le dice: “Esos que hablan mucho de la circuncisión en la carne y de la Torá, ni siquiera ellos guardan la Ley”. Pablo sabe bien lo que dice porque conocía MUY bien la Ley y sabía que NADIE puede cumplir TODA la Ley.
Santiago también afirmó:
“Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de todos.”
Santiago 2:10
Algunos creyentes dividen la Ley en leyes morales, maritales, laborales, ceremoniales, civiles, penales, dietéticas . . . y haciendo esto intentan mostrarnos que algunas leyes están vigentes, pero otras no, pero la Ley es una unidad y cuando quebrantas un mandamiento, estás quebrantando la Ley, ¿quiénes somos nosotros para afirmar que una determinado mandamiento de la Ley debe guardarse y otro no? ¿Quiénes somos nosotros para afirmar que lo importante es que intentemos guardar la Ley? Algunos afirman que los 10 mandamientos están vigentes bajo el Nuevo Pacto, pero esto NO es cierto:
“Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro . . . si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.”
II Corintios 3:7 y 9
Los 10 mandamientos son llamados “ministerio de condenación” y “ministerio de muerte”, estas letras grabadas en piedra eran las que nos condenaban y mataban, por eso, Pablo afirma que “la letra mata (produce muerte), pero el Espíritu vivifica (da vida)” (II Co. 3:6). Que nadie nos confunda ni nos engañe, la Ley y los mandamientos NO fueron dados para que pudiésemos vivir en justicia y santidad, NO fueron dados para darnos vida, fueron dados para mostrarnos que somos pecadores y que merecemos morir, fueron dados para que el hombre entendiese que sin el amor, la gracia y la misericordia de Dios está perdido. Si el propósito de la Ley hubiera sido vivir sin pecado delante de Dios, dicho propósito habría sido un rotundo fracaso porque nadie consiguió guardar TODA la Ley. La Ley fue dada para mostrarnos que necesitamos la gracia de Dios, que necesitamos la misericordia de Dios, que necesitamos un Salvador:
“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús . . .”
Gálatas 3:24-26
Si vamos al Tanáj (A.T.) tenemos la misma enseñanza de Yeshua, de Pedro, de Pablo . . . NO hay ni un justo:
“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.”
Eclesiastés 7:20
“Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) . . .”
II Crónicas 6:36
“. . . porque NO es justo delante de ti ningún viviente.”
Salmo 143:2
“¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?”
Proverbios 20:9
Pablo usa esta realidad cuando afirma:
“porque ya hemos denunciado que tanto judíos como griegos están TODOS bajo pecado; como está escrito: NO HAY JUSTO, NI AUN UNO . . .”
Romanos 3:9 y 10
Todos los versículos citados nos muestran claramente que NADIE pudo cumplir la Ley, solamente Yeshua. Todos, tanto judíos como gentiles, estábamos bajo pecado y maldición.
Llegó un momento en el que el Pueblo de Israel pecaba de tal forma que NO cesaban de hacer sacrificios derramando sangre de animales por sus pecados, el Eterno les tuvo que decir:
“¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? –dice el SEÑOR. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado; y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace. Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios? No traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación. Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas: ¡no tolero iniquidad y asamblea solemne! Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una carga para mí, estoy cansado de soportarlas. Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre.”
Isaías 1:11-15
Todo lo que hacía el Pueblo, según ellos, era guardar la Ley: hacer sacrificios, holocaustos, sangre de corderos, dar ofrendas, incienso, Luna Nueva, Días de Reposo, asambleas, fiestas señaladas, levantar manos, multiplicar oraciones, todo esto que vemos aquí en Isaías era TORÁ, pero ¿qué mostraban los sacrificios? Que eran pecadores, que nos les importaba pecar porque tenían una ley que les permitía expiar sus pecados, el Eterno estaba harto de todo esto. Las manos manchadas de sangre eran manos manchadas de los sacrificios, es decir, manos llenas de pecado. Pablo nos dice algo muy interesante:
“La ley NO es de fe”
Gálatas 3:12
Pablo nos dice que aunque no tenga fe, una persona puede guardar partes de la Ley, el que no asesina está cumpliendo un mandamiento, el que no adultera está cumpliendo otro mandamiento, el que no roba también cumple un mandamiento etc etc pero ¿dónde está el corazón? La Ley NO es de fe, la Ley no tiene que ver con el corazón, la Ley tiene que ver con las obras, con el obedecer a los mandamientos sin importar lo que creas.
“Sin embargo, la ley no es de fe; al contrario, EL QUE LAS HACE, VIVIRA POR ELLAS.”
Gálatas 3:12
Hay muchas recompensas que vienen cuando guardamos la Ley, el problema es que, por causa de nuestra debilidad, nadie las puede alcanzar porque nadie puede cumplir TODAS las palabras de la Ley, por tanto, la Ley NO pudo darnos vida, no pudo justificarnos, no pudo santificarnos, no pudo redimirnos, no pudo evitar que pecásemos . . . entonces ¿qué esperamos conseguir cundo intentamos guardar la Ley? . . . recordemos: lo que la Ley no pudo hacer, Dios lo hizo por medio de Su Hijo ¡AleluYah!
“Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne . . .”
Romanos 8:3
“Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido de la ley.”
Gálatas 3:21
“Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.”
Hebreos 7:18 y 19
El mandamiento anterior ha sido anulado para todos los que hemos creído en lo que Dios ha hecho por medio de Yeshua, ahora nosotros nos acercamos a Dios por nuestra fe y mediante una “mejor esperanza”.
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