esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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David Wilkerson
December 28, 2016


Hoy en día, muchos cristianos corren a las montañas para esconderse de las calamidades. Los llamados “profetas” están diciendole a la gente que busquen refugio. A los judíos cristianos se les está advirtiendo que deben regresar a Israel para escapar del colapso financiero que viene a los Estados Unidos.


Yo sé dónde quiero estar cuando todo se derrumbe. Cuando colapse el mercado financiero, yo quiero volver a Wall Street, donde estuve en la última crisis el 19 de octubre 1987. Quiero estar ahí, como un Enoc de nuestros días, caminando y hablando con Dios, sin temor -un testigo pacífico, que no teme y predica de Jesús a todos aquéllos cuyo mundo ha colapsado.


Jesús no nos dijo que nos escondamos, él nos dijo: «¡Id!». Yo quiero estar donde el Espíritu Santo está y tú puedes estar seguro de que él estará allí en el frente de batalla, atrayendo a los afligidos y temerosos hacia él.


Enoc vio que su propia sociedad era maligna, y a medida que él repasaba la historia de sus días recientes, todo lo que él podía decir era: «¡Impuro!” Enoc, séptimo desde Adán, también profetizó de esto al decir: “He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él” (Judas 14-15).


¿Estás caminando con el Señor? Entonces debes ver el mundo como lo vio Enoc: Impuro y repleto del espíritu del anticristo. ¿Cómo puedes ser parte de un mundo tan inmundo? ¿Cómo puedes asociarte con aquéllos a quienes Él vendrá a juzgar? Dios viene con decenas de miles de Sus santos para juzgar a un mundo pecaminoso y perdido. ¿De qué lado estás?


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