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Colaboración de
Juan José Fernández Granados
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Me gustaría comenzar con una afirmación ¿estás preparado?: … “Dios te ama”. ¿Cómo es posible que sin conocerte me atreva a decir que Dios te ama? Porque Dios lo dice claramente en su Palabra:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:16
Dios ama al mundo, por tanto, si tú no eres un alienígena, entonces Dios te ama, tanto que dio a su propio Hijo para que muriese por ti en una cruz. Ahora bien, podrás decir que no haces las cosas como Dios quiere, que no le sigues, que hay maldad en tu vida, etc, etc . . . incluso con todo lo que me puedas contar de ti y con todo lo malo que hayas hecho, puedo afirmar que Dios te ama…
“Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo/Meshíaj de ISRAEL murió por nosotros.”
Romanos 5:8
Si Dios nos amase por lo que somos o por lo que hacemos, su amor sería condicional (como el amor humano), pero su amor es incondicional, inagotable, eterno:
“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Yeshua HaMashiaj/Cristo Jesús, Señor nuestro.”
Romanos 8:38 y 39
Seas lo que seas, y estés como estés, Dios te ama y quiere que experimentes su amor por ti.
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.”
1 Juan 4:10
Sabiendo que Dios nos ama con un amor tan grande, la pregunta que ahora nos debemos hacer es si Dios está contento con nosotros…¿le gustas a Dios?…
“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”
Mateo 3:17
Versión Reina Valera
“Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.”
Biblia de las Américas
Esta es una manera muy formal de decir que a Dios le gusta Jesús/Yeshua -Su Hijo- que Dios esta contento con Él.
“Y una voz que venía del cielo dijo: «Este es mi Hijo. Yo lo amo mucho y estoy muy contento con él».”
Biblia Lenguaje Sencillo
Dios ama a todos pero…Dios no está contento con todos. A Dios no le gusta todo el mundo, o dicho de otra forma, no se complace en todos.
Pero dice en Efesios 1:5:
“Por su amor, nos predestinó para ser adoptados
hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad”
Es decir, cuando hemos escondido nuestra vida debajo del perdón de Cristo –mediante el arrepentimiento somos cubiertos por Su sangre derramada en la cruz- Dios no ve nuestras culpas, sino que ve a su Hijo amado. Y entonces tiene la misma complacencia con nosotros que la que tiene con su Hijo. Ese es “el puro afecto de su Voluntad”, la adopción de hijos mediante el sacrificio de Jesús/Yeshua -Dios hecho hombre- en la cruz. Eso es lo que quiere decir que Él nos amó primero (1 Juan 4:19). Y si somos sus hijos tenemos dos mandamientos:
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Yeshua le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
Mateo 22:36-39
¿Pero cómo podemos amarle con todo nuestro corazón, alma y mente?… Entendiendo que Él nos ha amado primero, entendiendo el gran amor que Dios tiene por cada uno de nosotros. Si llegásemos a entender Su amor y todo lo que Él ha hecho por nosotros le amaríamos más y más, por eso Pablo oraba que los efesios pudieran conocer la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Dios que excede todo conocimiento (Ef. 3:18 y 19).
Se dice en referencia a la mujer que había entendido la magnitud del amor de Cristo:
“Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.”
Biblia al Día
Lucas 7:47
Cuando entendemos el perdón de Dios en nuestras vidas, comenzamos a amar a Dios de una forma más profunda. La persona que ha entendido y experimentado el perdón, es la persona que ama a Dios. Jesús/Yeshua dio tanta importancia a lo que hizo esta mujer que dijo que debe ser recordado siempre que prediquemos el evangelio.
“De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.”
Mateo 26:13
Dios NO nos bendice porque damos ofrendas, Dios NO nos bendice porque somos buenos, Dios NO nos bendice porque memorizamos la Biblia, Dios NO nos bendice porque ayunamos… Dios nos bendice porque nos ama y porque nosotros le amamos. Nuestro amor atrae la presencia de Dios, atrae la bendición de Dios a nuestras vidas.
Me puedes preguntar si está mal memorizar la Biblia o dar ofrendas o ayunar… la respuesta es un rotundo NO, pero ahora me toca a mí preguntarte ¿Qué hay detrás de nuestro ayuno? ¿Qué hay detrás de nuestros tiempos de lectura de la Palabra? ¿Qué hay detrás de nuestras ofrendas?…
“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”
1 Corintios 13:3
Si detrás de todo lo que hacemos está el amor a Dios, entonces Dios nos bendecirá, pero no será por nuestras buenas obras, será por el amor que hay detrás de ellas.
“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien…”
Romanos 8:28
Fijémonos bien en este versículo porque NO dice que todas las cosas cooperan para bien en nuestras vidas porque Dios nos ama, dice que todas las cosas cooperan para bien cuando amamos a Dios, esto es lo que marca la diferencia. Veamos otra versión de este versículo:
“Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio.”
Biblia de Jerusalén 1976
Si amamos a Dios, Él hará que todas las cosas cooperen para bien, Él obrará en nuestras vidas y en nuestras circunstancias.
¿Y que hay del amor a nuestro prójimo? Según vimos en Mateo 22:36-39 el amor a nuestro prójimo es el fruto de nuestro amor a Dios, por eso la Biblia nos dice que si no amamos a nuestro prójimo, no amamos a Dios. El amor a Dios se refleja en el amor que mostramos a los demás.
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.”
1 Juan 4:20 y 21
Si pasamos buenos tiempos con Dios, si moramos en su presencia, es muy muy muy difícil albergar odio en nuestro corazón, Dios es un Dios de amor y cuando pasamos tiempo con Dios, él nos llena con su amor, somos transformados a su imagen, comenzamos a ver a nuestro prójimo con los ojos de Dios, ojos llenos de amor. Si tenemos problemas amando a nuestro prójimo es porque no tenemos una buena relación con Dios.
Y con respecto al amor que le debemos a nuestros hermanos en Cristo leemos:
“El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz y no hay causa de tropiezo en él.”
1 Juan 2:9 y 10
Si andamos en amor, andamos en la luz. ¿Queremos andar en luz o en tinieblas?…
“Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.”
1 Juan 2:11
Algo que nos debe llamar poderosamente la atención es que el creyente pueda andar en tinieblas… pero si no ama, no está andando en la luz.
“Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.”
1 Juan 4:7 y 8
Y también:
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”
Juan 13:35
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