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06/05/2014
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En esta sección sobre la persecución de cristianos en el mundo hemos noticiado sobre el rumbo zigzaguente del gobierno Chino luego de la apertura al capitalismo. Recordemos que China fue la patria de Watchman Nee, un verdadero apóstol moderno muerto en prisión en 1972 luego de veinte años de cárcel. Quien haya leído sus libros es imposible que no haya sido transformado por ellos.
El crecimiento extraordinario de la economía trajo consigo una clase media preparada y potencialmente indócil al régimen. Y éste percibió entonces al cristianismo -al que antes había perseguido con saña- como un aliado estratégico para mantener la calma, antídoto además contra sectas peligrosas. Esa fue la visión que el gobierno ateo se hizo de la fe cristiana no hace mucho y entonces comenzó a mirar hacia otro lado permitiendo un cierto crecimiento de la iglesia clandestina que se permitió hasta soñar con la libertad religiosa.
Pero ahora, al ver el crecimiento imparable de la fe cristiana y habiéndose convertido -debido a su peculiar modelo económico y a contragusto- en el mayor exportador de Biblias del planeta, decide aparentemente (nunca podemos afirmar nada definitivamente de China) dar un golpe de autoridad derribando templos cristianos que excedan sus draconianas medidas reguladoras.
Sabemos cual ha de ser el final, tenemos el ejemplo del Imperio Romano, de la Rusia post soviética y tantos otros –incluyendo el vecino Japón-: la fe cristiana se fortalece en la persecución. Por eso siendo China el gigante de estos días nos parece útil el conocimiento de estas cosas y de las previsiones de futuro para una fe que ya en los días de Marco Polo el Kublai Khan había querido llevar a China. Este es el link:
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http://www.abc.es/sociedad/20140506/abci-china-iglesias-cristianos-demolicion-201405041842.html
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leer también:
«EL CRISTIANISMO LLEGÓ A CHINA EN EL SIGLO I»
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