esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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Este estudio enfatiza un detalle del estudio anterior y analiza la patética aspiración de “Serpens” -la “serpiente antigua”- por alcanzar una corona que nunca le pertenecerá. El objeto del deseo de «Serpens» es la constelación de “La Corona” -o «Corona Borealis»- que está como flotando custodiada a un lado y otro por “Bootes” y “Hércules” –ambas figuras de nuestro Redentor-. Y si miramos por debajo de esta presea real nos encontramos con la insidiosa cabeza de “Serpens” que extiende agónicamente la punta de su lengua casi hasta tocarla. Nada es accesorio en este fresco celestial primigenio revelado por el Altísimo. De modo que prestemos atención a este detalle.


La angustia de “Serpens” por llegar hasta “La corona” la pudimos observar en las primeras figuras del estudio anterior. Si hacemos un zoom veríamos lo siguiente:

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En donde vemos al insidioso enemigo de nuestras almas queriendo tocar con su lengua lo que no puede calzar en su cabeza. Y veamos la expresión terrorífica de su rostro:

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Recordemos que “Ofiuco” sujeta firmemente a “Serpens” impidiendo que esta alcance la preciada corona. Ahora volvamos a observar la figura de “Ofiuco” y notaremos algo curioso:

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«Ofiuco” no solo sujeta firmemente con sus manos a “Serpens” sino que la pasa entre sus glúteos y entrepiernas en un gesto de evidente desprecio (las imágenes de las constelaciones vienen de la mas lejana antigüedad y no han sido modificadas en sus detalles, es decir, no son una versión libre sino que este “detalle” chocante pero evidente pertenece a la revelación original y Dios/Elohim quiere que lo sepamos). Para una mejor visualización de toda la acción que cuentan estas tres constelaciones muy relacionadas veamos a “Ofiuco”, “Serpens” y “La corona” en una sola imagen:

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Esta corona celestial aparece como una preciosura en el gran fresco de las constelaciones y tiene el nombre hebreo de “Atarah” que quiere decir ”una corona real”. Ella solo puede calzársela en su cabeza Aquel que es Digno y Designado desde antes de la fundación del mundo -y que viene pronto-. En Apocalipsis 5:9 leemos:


“Eres digno…
porque has sido inmolado
y nos has redimido para Dios
con tu sangre”
Apocalipsis 5:9


Y cuando el glorioso Redentor de nuestras almas ciña su corona en el REINO milenario venidero, toda rodilla se doblará «en los cielos, la tierra y debajo de la tierra» (Filipenses 2:9-11). Y el ambicioso, mentiroso e insidioso «Serpens»/»Draco» -padre de toda corrupción- será encadenado en el abismo por mil años para luego ser arrojado al lago de fuego y azufre que arde para siempre.

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