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Tomado del libro:
‘EL REINADO DEL ISRAEL DE DIOS’

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Cuando comencé a escribir estas líneas mi plan era otro, pero irrumpieron de pronto con una fuerza que no puede contener las revelaciones sobre la participación de la Virgen María/Miriam a lo largo de todo el proceso de evangelización -los siglos de la Gracia- y muy especialmente la multiplicación exponencial de sus apariciones o manifestaciones durante todo el siglo XX y lo que va del XXI. Y esta comprobación que salta a la vista a cualquier investigador sincero me obligaba a una opción radical: o era todo una inquina/error para distraer la recta interpretación de los textos proféticos o pertenecía a un Plan del Cielo que no debía ni podía -ni quería- obviar. En el balance de esta opción debía considerar el peso del testimonio de santos como San Juan Pablo II, Maximiliano Kobe, Luis María Grignion de Montfort, Padre Pio, Don Bosco, la Beata Lucia, Ana Catalina Emmerick y muchísimos otros que no podían haber sido engañados todos a la vez por el Enemigo y daban testimonio en sus escritos y visiones sobre el protagonismo de la Virgen en estos días. Y también debía considerar la integridad de innumerables videntes que no podían ser todos impostores/es o el testimonio secular del Pueblo laico muchas veces más dócil que las cúpulas a la revelación progresiva de la Palabra.

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Es decir, todas estas cosas juntas no podían ser ‘tonteras’ ya que si el engaño hubiera permeado tantos siervos de Dios, muchos elevados a los altares y algunos declarados Doctores, el Magisterio mismo y el edificio dogmatico de la Iglesia caería hecho añicos corroído por sospechas fundadas de falsedad. Y todos ellos sin excepción exaltaron la presencia extra-ordinaria de la Virgen en la vida de la Iglesia (nota 1). Y entonces, inmerso en esa gigantesca ‘nube de testimonios,’ me deje llevar hacia aguas más profundas llevando en la barca siempre conmigo a Jesús/Yeshua, la Persona Primordial en la donación de Dios/Elohim a los hombres de la Redención. Él es Dios encarnado, Señor y Redentor nuestro, Mashíaj de ISRAEL por los siglos de los siglos. Él es el Rey Que Viene ¡Aleluya!
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¿Pero en qué punto el conocimiento la explícita profecía del AT que -aparentemente- no incluye en forma prominente a la Señora se hace insuficiente por esta omisión? ¿Dónde se había cometido la falta de entendimiento de excluirla o restarle importancia en la interpretación del Plan Profético? Una vez escuché el testimonio de un sacerdote que en oportunidad de la visita del papa San Juan Pablo II a Perú lo llevó aparte y confesó su temor de que en su parroquia los feligreses se dedicaran más a la devoción a la Virgen que a la debida adoración de Cristo pidiéndole consejo de como debía actuar. Y cuenta este celoso guardián del depósito de la fe que el papa lo abrazó con una sonrisa fraternal -o paternal- en su rostro y le respondió: ‘pero si son lo mismo’. Desconozco si después de estas palabras el inmenso santo que Dios/Elohim nos regaló ilustró de algún modo esta desafiante síntesis pero esto fue un acicate poderoso para profundizar en el insondable misterio escondido en la Madre de Dios -que nunca terminaremos de entender en plenitud-.
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Quizás el origen de no haber atribuido el debido mérito a la Virgen en la evangelización y en el Plan de Redención esté en una lectura desatenta del tremendo bagaje profético contenido en el pasaje de la Anunciación, que recordamos rutinariamente a partir de una traducción insuficiente y a veces confusa, cuando rezamos el Ave María.
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El anuncio de una novedad radical
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Cuando se descortina una Novedad en el desarrollo del Plan Profético esta arroja Luz hacia adelante pero también hacia atrás iluminando todo el relato bíblico que de pronto se vuelve Otro ya que pasajes oscuros y aparentemente desprovistos de interés se vuelven luminosos e imprescindibles. Como ejemplo recordemos un pasaje que estudiamos en este sitio y encontramos en Jeremías 31, 22:
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¿hasta cuándo andarás errante, oh hija contumaz? Porque el SEÑOR criará una cosa nueva sobre la tierra: una MUJER rodeará al varón.
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y el contexto de este pasaje es la necesidad de hacer volver en si al contumaz Efraín y una traducción correcta para ‘contumaz’ es ‘persona terca y desobediente’. Y a pesar de esta rebeldía incorregible se nos dice que Dios/Elohim -YaHWéH- tiene por quien llama Su ‘primogénito’ un amor inextinguible. Pero Efraín, que corporiza a toda la ‘casa de Israel’ desterrada en el desierto de las Naciones, no parece darse por enterado del anhelo de Dios/Elohim -YaHWéH- y lejos está de querer volver al culto verdadero y honrar a sus ancestros. Y entonces, para quebrar esa terquedad y convertirla en fidelidad se nos dice -o YaHWéH dice al profeta Jeremías- que va a crear una ‘cosa nueva’ sobre la tierra, algo nunca visto antes siendo que YaHWéH tachonó desde antiguo con Milagros y Portentos supremamente maravillosos la senda de Su Pueblo. En el artículo citado decíamos:
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“Esta expresión en boca de YaHWéH es muy fuerte. Él fue quien creó el universo… y por lo tanto lo “nuevo” que habría de hacer -agregar a lo ya hecho-… debería de ser algo coherente con la inmensa escala cósmica de Su creación. (nota 2)
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Y esta nueva creación sería de tal modo importante que impactaría el corazón de pedernal del contumaz Efraín volviéndolo de su rebeldía. ¿Qué podría ser? Naturalmente que el profeta Jeremías lo ignoraba y como sucede cuando un versículo se refiere a un misterio que aguarda por revelación está escrito en una forma que se presta a muchas versiones -ya lo vimos cuando analizamos en el capitulo anterior la profecía de Zacarías que habla en donde se habla de una ‘piedra preciosa’-. Así lo que dice literalmente ‘la mujer rodeara al varón’ se traduce de forma variopinta como tanteando por un tumbo en las tinieblas. Por ejemplo, una versión dice allí: ‘¡Israel buscará a Dios!’ lo que es una interpretación profunda de ese pasaje pero huye de la traducción literal, pero también hay quien lo se vierte así: ‘una mujer que corteja a un hombre’ lo que no parece una ‘cosa nueva’ y por tanto es incongruente con el contexto. Y hay otras versiones de este pasaje que el lector podrá consultar con los recursos para acceder a material bíblico que felizmente existen.
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Pero es un hecho insoslayable que en este pasaje se afirma que sería creado Algo Nuevo, nunca visto antes, que conmovería a Efraín de tal forma que cambiaría su derrotero hacia el desierto para volver a mirar hacia Sion. Y ‘Efraín’ es un nombre que encapsula a un colectivo numerosísimo de pueblos de la descendencia de Israel inmersos en las Naciones de modo que este impacto formidable en su terquedad o contumacia debía de conmover la historia de esos pueblos y de todos los que entraran en contacto con ellos que también son/eran numerosos. En definitiva, conmovería la Historia.

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El Avemaría y la Anunciación:
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1) Dios te salve María,
2) llena eres de Gracia,
3) el SEÑOR está contigo,
4) bendita tú eres entre todas las mujeres,
5) y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús.
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Estas cinco sentencias resumen un pasaje riquísimo en revelaciones que encontramos en Lucas 1, 26-35 y que nos revela el acontecimiento que terminaría convirtiendo -cambiando de dirección- a Efraín:
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cuando Elisabet estaba en su sexto mes de embarazo, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, una aldea de Galilea,
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a una virgen llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David.
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Gabriel se le apareció y dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo! Bendita eres entre las mujeres».
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Confusa y perturbada, María trató de pensar lo que el ángel quería decir.
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—No tengas miedo, María —le dijo el ángel—… concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús…
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—¿Pero cómo podrá suceder esto? —le preguntó María al ángel—. Soy virgen.
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El ángel le contestó:
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—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios
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lea una y otra vez este pasaje estimado lector, mastíquelo -que para eso lo he desglosado- ya que aquí encontramos el cerno de nuestra fe y se revela el misterio de la ‘cosa nueva’ que lo cambiaría todo profetizada por Jeremías: “la mujer rodeara al varón” ¡una virgen recibiría en su seno al Hijo de Dios! ¡Dios hecho hombre!: una innovación radical. ¡Aleluya! Este trecho contiene revelaciones directas de María/Myriam a Lucas quien seguramente repite palabras que Ella le dijo cuando la entrevistó en busca de un testimonio fidedigno. Y esta entrevista seguramente tuvo varias etapas ya que la tradición afirma que Lucas confeccionó una pintura de la ‘Señora’ -la ‘Virgen negra’ de Polonia- y una talla -la Virgen de Guadalupe española-. Por esto Lucas es patrono de los artistas a pesar de su profesión de médico. Y ambas cosas entrenan en la observación de detalles que abundan en este trecho. Este es el pasaje que describe el evento que trastornó todo en la Historia -y tal vez en el universo- a la vez que hace resplandecer con nueva luz el entero texto sagrado. En la segunda parte de este capítulo veremos con detenimiento las cinco sentencias del Avemaría que mencionamos.
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nota 1: comencé el estudio del Plan Profético  en un demorado ‘exilio’ en comunidades de hermanos separados en donde -como se sabe- la Virgen no tiene relevancia alguna y por eso no la tuve en consideración como algo de importancia excluyente.
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nota 2): el estudio se llama: ‘La mujer rodeará al varón’ y se encuentra en el botón ‘La señal a Efraín’ en el inicio de la columna izquierda del sitio.
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