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“De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora,
y ahora es, cuando los muertos oirán
la voz del Hijo de Dios:
y los que oyeren vivirán”.
Juan 5:25
Vivimos en una sociedad y una cultura que valoriza esta vida por encima de todo, y que no tiene perspectiva de vida después de la muerte. Por eso la muerte nos angustia. No siempre fue así: esta es una de las dimensiones de la apostasía, del apartarse de Dios en que vivimos.
Recordemos lo que nos dice la Palabra. “los muertos oirán la voz del Hijo de Dios”. Tratemos de mentalizar esto. Mas allá de la vida hay Vida. ¡Esta es una buena noticia!. Y no cualquier vida, sino una sin lágrimas, ni dolor para aquellos que renunciaron al amor de este mundo a fin de gozar del bienaventurado mundo venidero/atid lavoh. Porque si no crucificamos el amor a este mundo hoy, la voz del Hijo del Hombre no nos será grata mañana. Dice el versículo 29:
“Y los que hicieron bien,
saldrán á resurrección de vida;
mas los que hicieron mal,
á resurrección de condenación”
Y también Daniel: 12:2 :
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“… los que duermen en el polvo despertarán:
unos para la vida eterna,
otros para el eterno castigo” .
La opción de lo que nos suceda en el mas allá, se toma en el mas acá. Vivamos de acuerdo a la Esperanza Venidera, y olvidemos lo pasajero.
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Otra forma de entender que «los muertos oirán la voz del Hijo de Dios» se refiere al escuchar la palabra del evangelio, ya que sin oír la voz del Hijo de Dios «estamos muertos en nuestros delitos y pecados». Leámoslo en Efesios 2:1:
«Él os dio vida a vosotros,
cuando estabais muertos en vuestros
delitos y pecados»
Esto es, sin Cristo estábamos condenados a muerte, pero cuando recibimos a Jesús/Yeshua en nuestro corazón somos trasladados de las tinieblas de este mundo que perece a Su Reino eterno de Luz admirable. ¡Gloria a Dios!
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“De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora,
y ahora es, cuando los muertos oirán
la voz del Hijo de Dios:
y los que oyeren vivirán”.
Juan 5:25
Vivimos en una sociedad y una cultura que valoriza esta vida por encima de todo, y que no tiene perspectiva de vida después de la muerte. Por eso la muerte nos angustia. No siempre fue así: esta es una de las dimensiones de la apostasia, del apartarse de Dio,s en que vivimos.
Recordemos lo que nos dice la Palabra. “los muertos oirán la voz del Hijo de Dios”. Tratemos de mentalizar esto. Mas allá de la vida hay Vida. ¡Esta es una buena noticia!. Y no cualquier vida, sino una sin lágrimas, ni dolor para aquellos que renunciaron al amor de este mundo a fin de gozar delbienmundo venidero/atid lavoh. Porque si no crucificamos el amor a este mundo hoy la voz del Hijo del Hombre no nos será grata mañana. Dice el versículo 29:
“Y los que hicieron bien,
saldrán á resurrección de vida;
mas los que hicieron mal,
á resurrección de condenación”
Y también Daniel: 12:2 :
“… los que duermen en el polvo despertarán:
unos para la vida eterna,
otros para el eterno castigo” .
La opción de lo que nos suceda en el mas alla, se toma en el mas acá. Vivamos de acuerdo a la Esperanza Venidera, y olvidemos lo pasajero.
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