esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

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«…ha llegado el momento de que guíes…a los israelitas, a cruzar el río Jordán
y a entrar en la tierra que les doy… –Dondequiera que pongan los pies…
estarán pisando la tierra que les he dado:  desde el desierto del Neguev,
al sur, hasta las montañas del Líbano, al norte; desde el río Éufrates,
al oriente, hasta el mar Mediterráneo, occidente…
No te fallaré ni te abandonaré» Josué 1: 2-5

«¡Abran camino a través del desierto para el Señor!… Rellenen los valles
y allanen los montes y las colinas; enderecen las curvas y suavicen
los lugares ásperos. Entonces se revelará la gloria del Señor
y todas las personas la verán»
Isaías 40: 3-5

«¿Quién hace que los persiga y que avance tranquilo como si no tocara el camino
con los pies? ¿Quién ha realizado esta obra? ¿Quién, desde el principio, ha ordenado
el curso de la historia? yo, el Señor… el primero y el último»
Isaías 41: 3-4

«En cuanto a mí, yo cantaré de tu poder; cada mañana cantaré con alegría
acerca de tu amor inagotable. Pues tú has sido mi refugio, un lugar seguro
cuando estoy angustiado. Oh Fortaleza mía, a ti canto alabanzas»
Salmo 59:16-17

«En aquel día venidero… reuniré a los lisiados, a los que fueron desterrados,
y a quienes he llenado de profundo dolor. Los que son débiles sobrevivirán
como un remanente, los… desterrados volverán a ser una nación poderosa.
Entonces yo… desde Jerusalén  gobernaré como su rey para siempre»
Miqueas 4: 6-7

«Estará en medio de ellos mi tabernáculo; yo seré el Dios de ellos,
y ellos serán mi pueblo.Y sabrán las naciones que yo… santifico a Israel,
pues mi santuario estará en medio de ellos para siempre»
Ezequiel 37:27-28

«… entonces YaHWéH hará volver a tus cautivos… y volverá a recogerte
de entre todo los pueblos adonde te hubiere esparcido… Aun cuando tus desterrados
estuvieren en las partes más lejanas… de allí te recogerá…y de allá te tomará;
y te hará volver… a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien…»
Deuteronomio 30:3-5

«En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos
y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado;
para que aquellos sobre los cuales es invocado mi nombre posean
el resto de Edom, y a todas las naciones, dice YaHVéH que hace esto»
Amos 9:11-12

«La descendencia de ellos será conocida entre las naciones
y sus renuevos en medio de los pueblos. Todos los que los vean
reconocerán que son un linaje bendito de YaHWéH»
Isaías 61:9

«El efecto de la justicia será la paz y la labor de la justicia, reposo y seguridad
para siempre. Y mi pueblo habitará… en habitaciones seguras y en lugares de reposo,
cuando caerá granizo en los montes y la ciudad será del todo abatida»
Isaías 32:17-19

«Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de
corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con
retribución, con pago… vendrá, y os salvará… Entonces el cojo saltará
como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas
en el desierto, y torrentes en la soledad»
Isaías 35:3-6

«Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas,
y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré
hasta cumplir con todo lo que te he prometido»
Génesis 28:15

«…muchos vendrán en mi nombre y afirmarán: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a muchos.
Oirán de guerras y de amenazas de guerras, pero no se dejen llevar por el pánico…
esas cosas deben suceder, pero el fin no vendrá inmediatamente… Una nación entrará
en guerra con otra… Habrá hambres y terremotos… Sin embargo, todo eso es solo
el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más»
Mateo 24: 4-8

“Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná…
para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre,
mas de todo lo que sale de la boca de YaHWéH…”
Deuteronomio 8:3

«Todos vivirán en paz y prosperidad; disfrutarán de sus propias vides e higueras
porque no habrá nada que temer. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales
ha hecho esta promesa!…  nosotros seguiremos al Señor nuestro Dios
por siempre y para siempre. Israel regresa del destierro»
Miqueas 4: 4-5

«nuestros sufrimientos no resultan en nada. No le hemos dado salvación a la tierra,
ni le trajimos vida al mundo. Pero los que mueren en el Señor vivirán;
¡sus cuerpos se levantarán otra vez!… Pues tu luz que da vida
descenderá como el rocío sobre tu pueblo»
Isaías 26: 18-19

«…la Escritura, habiendo previsto que Dios justificaría por la fe a las naciones,
anunció de antemano el evangelio a Abraham: «Por medio de ti serán
bendecidas todas las naciones» Así que los que viven por la fe
son bendecidos junto con Abraham, el hombre de fe»
Gálatas 3:8-9

«Y, ya que ustedes tampoco saben cuándo llegará ese tiempo, ¡manténganse en guardia!…
Pues no saben cuándo regresará el amo de la casa: si en la tarde, a medianoche,
durante la madrugada o al amanecer. Que no los encuentre dormidos cuando
llegue sin previo aviso… ¡Manténganse despiertos esperándolo a él!»
Marcos 13: 33-37

«Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta,
y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria,
y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a YaHWéH
en el monte santo, en Jerusalém»
Isaías 27:13

«Hasta un buey conoce a su dueño, y un burro reconoce los cuidados de su amo,
pero…mi pueblo no reconoce mis cuidados…Si el Señor de los Ejércitos Celestiales
no hubiera perdonado la vida a unos cuantos entre nosotros (un remanente), habríamos sido
exterminados como Sodoma y destruidos como Gomorra»
Israel 1:3-9

«Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta,
y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria,
y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a YaHWéH
en el monte santo, en Jerusalém»
Isaías 27:13

“Si yo no hubiera establecido mi pacto con el día ni con la noche, ni hubiera
fijado las leyes que rigen el cielo y la tierra, entonces habría rechazado
a los descendientes de Jacob y de mi siervo David, y no habría escogido a uno
de su estirpe para gobernar sobre la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob.
¡Pero yo cambiaré su suerte y les tendré compasión!”
Jeremías 33:25-26

«En cuanto a mí, yo cantaré de tu poder; cada mañana cantaré con alegría
acerca de tu amor inagotable. Pues tú has sido mi refugio, un lugar seguro
cuando estoy angustiado. Oh Fortaleza mía, a ti canto alabanzas…
el Dios que me demuestra amor inagotable»
Salmo 59:14-17

«Esto es lo que había prometido en el pasado por medio
de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos
y de todos los que nos odian… y que no se olvidaría de su santa alianza…
el juramento que había hecho a nuestro padre Abraham…»
Lucas 1: 70-73

«Hemos sido rescatados de nuestros enemigos para poder servir a Dios sin temor,
en santidad y justicia, mientras vivamos»
Lucas 1: 74-75

«Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abraham sois,
y herederos según la promesa»
Gálatas 3:29

«…cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido
de mujer y nacido bajo la Ley… para redimir a los que estaban bajo la Ley,
a fin de que recibiéramos la adopción de hijos… Así que ya no eres esclavo,
sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
Gálatas 4: 4-7

«Él muestra misericordia de generación en generación a todos los que le temen.
¡Su brazo poderoso ha hecho cosas tremendas! Dispersó a los orgullosos
y a los altaneros. A príncipes derrocó de sus tronos
y exaltó a los humildes»
Lucas 1: 50-52

«Preparen en el desierto un camino para el Señor; enderecen en la estepa
un sendero para nuestro Dios. Que se levanten todos los valles, y se allanen
todos los montes y colinas… Entonces se revelará la gloria del Señor,
y la verá toda la humanidad»
Isaías 40: 3-5

«Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalém, ya no llorarás más.
¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda!
Tan pronto como te oiga, te responderá… tu maestro no se esconderá más;
con tus propios ojos lo verás»
Isaías 30: 19-20

«—¡Yo soy Gabriel! Estoy en la presencia misma de Dios. ¡Fue él quien me envió…!
…Te aseguro que mis palabras se cumplirán… Mientras tanto, la gente esperaba
a que Zacarías saliera del santuario… Entonces, por las señas que hacía
y su silencio, se dieron cuenta de que… había tenido una visión…»
Lucas 1: 19-22

«En ese momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a bendecir a Dios.
Se llenaron de temor todos sus vecinos, y en todas las montañas de Judea se divulgaron
todas estas cosas. Los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo:
«¿Quién, pues, será este niño?» Y la mano del Señor estaba con él»
Lucas 1: 64-66

«Éste es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron… a preguntarle…
—¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron… Juan les contestó:
—Yo soy una voz que grita en el desierto: “Abran un camino derecho para el Señor”
Juan 1: 19-23

«—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta
Elisabet va a tener un hijo en su vejez… Porque para Dios no hay nada imposible»
Lucas 1:35

«Al hambriento llenó de cosas buenas y a los ricos despidió con las manos vacías.
Ayudó a su siervo Israel y no se olvidó de ser misericordioso.
Pues lo prometió… a Abraham y a sus descendientes para siempre»
Lucas 1: 53-55

«El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse…
pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José,
su esposo, era un hombre justo… resolvió divorciarse de ella en secreto. Pero…se le apareció
en sueños un ángel… y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa…
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»
Mateo 1: 18-21

«Había pastores en la misma región… Y se les presentó un ángel del Señor y… les dijo:
—No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
Esto os servirá de señal: hallaréis al niño… acostado en un pesebre»
Lucas 2: 8-10

«Sí, el Señor Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso.
… él trae consigo su recompensa. Alimentará su rebaño como un pastor;
llevará en sus brazos los corderos y los mantendrá cerca de su corazón.
Guiará con delicadeza a las ovejas con crías»
Isaías 40: 10-11

«Hasta un buey conoce a su dueño, y un burro reconoce los cuidados de su amo,
pero…mi pueblo no reconoce mis cuidados…Si el Señor de los Ejércitos Celestiales
no hubiera perdonado la vida a unos cuantos entre nosotros (un remanente), habríamos sido
exterminados como Sodoma y destruidos como Gomorra»
Isaías 1: 3-9

«—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti.
Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana;
la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses.
Para Dios no hay nada imposible»
Lucas 1, 35

«Todo eso sucedió para que se cumpliera el mensaje del Señor a través de su profeta:
«¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel,
que significa “Dios está con nosotros”».
Mateo 1: 22-23

«Sin duda alguna, el gran misterio de nuestra fe es el siguiente:
Cristo fue revelado en un cuerpo humano y vindicado por el Espíritu.
Fue visto por ángeles y anunciado a las naciones. Fue creído…
y llevado al cielo en gloria»
1 Timoteo 3:16

«…nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros,
y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia
desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad»
Isaías 9: 6-7

«Yo, el Señor, te he llamado para manifestar mi justicia. Te tomaré de la mano
y te protegeré, y te daré a mi pueblo, los israelitas, como símbolo de mi pacto con ellos.
Y serás una luz para guiar a las naciones»
Isaías 42:6

«¡Canta, oh hija de Sión; grita fuerte… !¡Alégrate y gózate con todo tu corazón… !
Pues el Señor quitará su mano de juicio y dispersará a los ejércitos de tus enemigos.
¡El Señor mismo, el Rey de Israel, vivirá en medio de ti!
Por fin se habrán terminado tus aflicciones y nunca jamás temerás el desastre»
Sofonías 3: 14-18

«Pocos días después, María fue de prisa a la zona montañosa de Judea… Entró en la casa
y saludó a Elisabet. Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre
y Elisabet… dio un grito de alegría y… exclamó: —Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres,
y tu hijo es bendito… Eres bendita porque creíste que el Señor haría lo que te dijo»
Lucas 1:38-45

«Los padres de Jesús estaban asombrados de lo que se decía de él. Entonces Simeón les dio
su bendición y le dijo a María…: «Este niño está destinado a provocar la caída de muchos…
pero también será la alegría de muchos otros. Fue enviado como una señal de Dios,
pero muchos se le opondrán»
Lucas 2: 33-34

«Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia
desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad.
¡El ferviente compromiso del Señor… hará que esto suceda!»
Isaías 9: 7

«Alaben al Señor, el Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Nos envió un poderoso Salvador
del linaje real de su siervo David,
como lo prometió mediante sus santos profetas…
para dar luz a los que están en oscuridad…
y para guiarnos al camino de la paz»
Lucas 1:68-79

«Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto… él puso la mano derecha sobre mí y me dijo:
«¡No tengas miedo! Yo soy el Primero y el Último. Yo soy el que vive.
Estuve muerto, ¡pero mira! ¡Ahora estoy vivo por siempre y para siempre!
Y tengo en mi poder las llaves de la muerte y de la tumba»
Apocalipsis 1: 12-17

«Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta,
y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria,
y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a YaHWéH
en el monte santo, en Jerusalém»
Isaías 27:13
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“Si yo no hubiera establecido mi pacto con el día ni con la noche, ni hubiera
fijado las leyes que rigen el cielo y la tierra, entonces habría rechazado
a los descendientes de Jacob y de mi siervo David, y no habría escogido a uno
de su estirpe para gobernar sobre la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob.
¡Pero yo cambiaré su suerte y les tendré compasión!”
Jeremías 33:25-26
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«En cuanto a mí, yo cantaré de tu poder; cada mañana cantaré con alegría
acerca de tu amor inagotable. Pues tú has sido mi refugio, un lugar seguro
cuando estoy angustiado. Oh Fortaleza mía, a ti canto alabanzas…
el Dios que me demuestra amor inagotable»
Salmo 59:14-17
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«Esto es lo que había prometido en el pasado por medio
de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos
y de todos los que nos odian… y que no se olvidaría de su santa alianza…
el juramento que había hecho a nuestro padre Abraham…»
Lucas 1: 70-73
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«Hemos sido rescatados de nuestros enemigos para poder servir a Dios sin temor,
en santidad y justicia, mientras vivamos»
Lucas 1: 74-75
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«Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abraham sois,
y herederos según la promesa»
Gálatas 3:29
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«…cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido
de mujer y nacido bajo la Ley… para redimir a los que estaban bajo la Ley,
a fin de que recibiéramos la adopción de hijos… Así que ya no eres esclavo,
sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
Gálatas 4: 4-7
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«Él muestra misericordia de generación en generación a todos los que le temen.
¡Su brazo poderoso ha hecho cosas tremendas! Dispersó a los orgullosos
y a los altaneros. A príncipes derrocó de sus tronos
y exaltó a los humildes»
Lucas 1: 50-52
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«Preparen en el desierto un camino para el Señor; enderecen en la estepa
un sendero para nuestro Dios. Que se levanten todos los valles, y se allanen
todos los montes y colinas… Entonces se revelará la gloria del Señor,
y la verá toda la humanidad»
Isaías 40: 3-5
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«Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalém, ya no llorarás más.
¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda!
Tan pronto como te oiga, te responderá… tu maestro no se esconderá más;
con tus propios ojos lo verás»
Isaías 30: 19-20
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«—¡Yo soy Gabriel! Estoy en la presencia misma de Dios. ¡Fue él quien me envió…!
…Te aseguro que mis palabras se cumplirán… Mientras tanto, la gente esperaba
a que Zacarías saliera del santuario… Entonces, por las señas que hacía
y su silencio, se dieron cuenta de que… había tenido una visión…»
Lucas 1: 19-22
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«En ese momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a bendecir a Dios.
Se llenaron de temor todos sus vecinos, y en todas las montañas de Judea se divulgaron
todas estas cosas. Los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo:
«¿Quién, pues, será este niño?» Y la mano del Señor estaba con él»
Lucas 1: 64-66
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«Éste es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron… a preguntarle…
—¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron… Juan les contestó:
—Yo soy una voz que grita en el desierto: “Abran un camino derecho para el Señor”
Juan 1: 19-23
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«—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta
Elisabet va a tener un hijo en su vejez… Porque para Dios no hay nada imposible»
Lucas 1:35

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«Al hambriento llenó de cosas buenas y a los ricos despidió con las manos vacías.
Ayudó a su siervo Israel y no se olvidó de ser misericordioso.
Pues lo prometió… a Abraham y a sus descendientes para siempre»
Lucas 1: 53-55
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«El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse…
pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José,
su esposo, era un hombre justo… resolvió divorciarse de ella en secreto. Pero…se le apareció
en sueños un ángel… y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa…
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»
Mateo 1: 18-21
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«Había pastores en la misma región… Y se les presentó un ángel del Señor y… les dijo:
—No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
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Esto os servirá de señal: hallaréis al niño… acostado en un pesebre»
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«Sí, el Señor Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso.
… él trae consigo su recompensa. Alimentará su rebaño como un pastor;
llevará en sus brazos los corderos y los mantendrá cerca de su corazón.
Guiará con delicadeza a las ovejas con crías»
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«Hasta un buey conoce a su dueño, y un burro reconoce los cuidados de su amo,
pero…mi pueblo no reconoce mis cuidados…Si el Señor de los Ejércitos Celestiales
no hubiera perdonado la vida a unos cuantos entre nosotros (un remanente), habríamos sido
exterminados como Sodoma y destruidos como Gomorra»
Isaías 1: 3-9
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«—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti.
Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana;
la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses.
Para Dios no hay nada imposible»
Lucas 1, 35
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«Todo eso sucedió para que se cumpliera el mensaje del Señor a través de su profeta:
«¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel,
que significa “Dios está con nosotros”».
Mateo 1: 22-23
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«Sin duda alguna, el gran misterio de nuestra fe es el siguiente:
Cristo fue revelado en un cuerpo humano y vindicado por el Espíritu.
Fue visto por ángeles y anunciado a las naciones. Fue creído…
y llevado al cielo en gloria»
1 Timoteo 3:16
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«…nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros,
y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia
desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad»
Isaías 9: 6-7
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«Yo, el Señor, te he llamado para manifestar mi justicia. Te tomaré de la mano
y te protegeré, y te daré a mi pueblo, los israelitas, como símbolo de mi pacto con ellos.
Y serás una luz para guiar a las naciones»
Isaías 42:6
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«¡Canta, oh hija de Sión; grita fuerte… !¡Alégrate y gózate con todo tu corazón… !
Pues el Señor quitará su mano de juicio y dispersará a los ejércitos de tus enemigos.
¡El Señor mismo, el Rey de Israel, vivirá en medio de ti!
Por fin se habrán terminado tus aflicciones y nunca jamás temerás el desastre»
Sofonías 3: 14-18
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«Pocos días después, María fue de prisa a la zona montañosa de Judea… Entró en la casa
y saludó a Elisabet. Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre
y Elisabet… dio un grito de alegría y… exclamó: —Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres,
y tu hijo es bendito… Eres bendita porque creíste que el Señor haría lo que te dijo»
Lucas 1:38-45
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«Los padres de Jesús estaban asombrados de lo que se decía de él. Entonces Simeón les dio
su bendición y le dijo a María…: «Este niño está destinado a provocar la caída de muchos…
pero también será la alegría de muchos otros. Fue enviado como una señal de Dios,
pero muchos se le opondrán»
Lucas 2: 33-34
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«Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia
desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad.
¡El ferviente compromiso del Señor… hará que esto suceda!»
Isaías 9: 7
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«Alaben al Señor, el Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Nos envió un poderoso Salvador
del linaje real de su siervo David,
como lo prometió mediante sus santos profetas…
para dar luz a los que están en oscuridad…
y para guiarnos al camino de la paz»
Lucas 1:68-79
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«Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto… él puso la mano derecha sobre mí y me dijo:
«¡No tengas miedo! Yo soy el Primero y el Último. Yo soy el que vive.
Estuve muerto, ¡pero mira! ¡Ahora estoy vivo por siempre y para siempre!
Y tengo en mi poder las llaves de la muerte y de la tumba»
Apocalipsis 1: 12-17
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