esperamos con mucho anhelo que él regrese… Él tomará nuestro débil cuerpo mortal
y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él
Filipenses 3, 20-21

*

+

+

+

+

Viene de

“El tiempo de los cazadores” y

Los tres preanuncios de la bestia

*

+

El tiempo en que habrá persecución en toda la tierra contra la descendencia de Israel o lo que es lo mismo: “los que guardan los mandamientos de Dios y llevan el testimonio de Jesucristo“ se ha acercado. ¡¡Y esta persecución final será «lo que él quiso… hasta que se cumplan las palabras de Dios»!!.


Es esto lo que se vislumbra en Jeremías 16:16:


«y después enviaré
muchos cazadores,
y los cazarán por todo
monte y por todo collado,
y por las cavernas de los peñascos»


Y
también en Apocalipsis 13:7:


«Y se le permitió hacer guerra
contra los santos,
y vencerlos»


¡¡¿Y porque Dios permitiría esta cacería planetaria contra su propio pueblo?!! Pues porque la «pesca» iniciada hace «dos días» proféticos habrá sido completada. Y será entonces la hora de que la «descendencia de Israel» que “tiene el testimonio de Jesucristo” retorne a su tierra: Sión.


Se acerca el tiempo de que  el «remanente de Jacob/ Israel» reciba «visiones y sueños» que unirán el corazón de los hijos al corazón de los padres (Joel 2:28; Malaquías 4:6). Y Judá/Estado de Israel  –en momentos difíciles– mirará a Quien «traspasaron» cuando sea derramado el «espíritu de gracia y oración» (Zacarías 12:10) en el momento mas agónico. Y entonces todo estará preparado para que el ”palo de José” se junte con el “palo de Judá” (Ezequiel 37:16-17) en el “día de Jezreel ” (Oseas 1:11).


Es para hacer retornar las “ovejas perdidas de la casa de Israel” a su tierra que se desatará la persecución permitida por Dios/Elohim contra los “descendientes de la mujer (Israel)”. Esto es lo que nos dice Jeremías 16:16 y Apocalipsis 12.


La función de los cazadores islámicos que hoy convulsionan el mundo –y odian al Dios/Elohim de ISRAEL- es algo parecida a la de los perros que ayudan al pastor a recoger su rebaño al final del día en muchos países. Pero estos «perros cazadores» islámicos tienen el carácter de los doverman nazis: educados para matar. Y caerán sobre la descendencia de “la mujer” con odio asesino. Pero, sin querer, las empujarán -vivas o muertas que da igual porque los que han sido elegidos para integrar el remanente son eternos- a su aprisco final adonde reposaran al cuidado del Gran Pastor.


Es decir, estos “perros” asesinos de los últimos días producirán un efecto parecido al de la persecución nazi a los judíos, que tuvo como último efecto la creación del Estado de Israel (que debería llamarse Estado de Judá). Solo que ahora la persecución principal será a las ovejas de la “casa de Israel” oculta en misterio en “las iglesias de Cristo” de sana doctrina . Y en vez de los tan proclamados «dos estados» en «Palestina», nacerá una Nación gloriosa en Sión: el “Reino de Dios”/Reino de ISRAEL/JEZREEL/”Tabernáculo de David restaurado”. Y NO lo hará bajo estos cielos y sobre esta tierra convulsionada y herida, sino en el mundo venidero/athid lavo en donde habrá “nuevos cielos y una nueva tierra”. Y Gozo, Paz, Justicia y la «gloriosa libertad de los hijos de Dios».


Otra razón para este extraño procedimiento que implica permitir la persecución despiadada sobre quienes confiesen ser cristianos -aunque descontamos que la misericordia de Dios/Elohim para con los que creen siempre esta presente de infinitas maneras, muchas veces no discernibles por nuestra mente carnal- será la de realizar la prometida separación del trigo y la cizaña. Esta separación es dejada por Dios para el final de los tiempos (Mateo 13:29-30) y conmoverá a las “iglesias de Cristo”. Por lo tanto esta separación es una cosa que aguardamos para estos días, anteriores al advenimiento del Reino mesiánico, que será establecido con un remanente santo extraído de este mundo: el ISRAEL DE DIOS/JEZREEL. Un remanente que deberá de ser pasado por el fuego de la prueba, recordémoslo.


Pero para que esta persecución despiadada de los “muchos cazadores” finales sea exitosa es necesario que el poderío de los EEUU –la mayor potencia mundial y el testimonio visible de la fe cristiana a escala global- sea doblegado. Y esta gran nación de este mundo no será vencida por la mano del hombre, sino por Dios/Elohim mismo debido a la apostasía de amplios sectores de su población. Y es que el manantial de violencia que pergeño la “cultura del entretenimiento” norteamericana no puede quedar sin juicio a la hora del ajuste de cuentas. Y entonces esa riquísima experiencia de nación multinacional y multiracial, única en la historia de la humanidad, será juzgada al estilo “hollywoodiense” por una terrible catástrofe natural.


Y entonces, ya dividida profundamente en su identidad, cargada de la violencia social que está siendo programada -entre otras cosas- por sus propios juguetes electrónicos, doblada por sus deudas y agotada por catástrofes naturales, la mayor potencia de la historia se pondrá de rodillas y abrirá camino a los “diez reyes” que recibirán poder “por una hora” y lo cederán a la bestia para perseguir a los santos  -“escogidos y fieles”-. A partir de ese momento nefasto –y no obstante preparado por Dios/Elohim para el cumplimiento de su propósito eterno- sabremos definitivamente de que se trata realmente este último y agónico “tiempo de los cazadores”  -la “angustia de Jacob”- que es aludido en Jeremías 16:16.



continúa:
LA PERSECUCIÓN Y EL SILBO APACIBLE

+

+

^^^


nota 1): Es útil recordar que Teodoro Herzl concibió el sionismo -germen del Estado de Israel actual- como consecuencia del «Caso Dreyfus», en 1894, en el que se acusó a un militar judío francés de espionaje, sin pruebas y por prejuicios raciales. Y el Estado de Israel vino a existir en 1948 fruto de la pesadilla de la persecución nazi y el holocausto judío. Sin estos precedentes no hubiera habido necesidad de resolver el «problema judío» –como se le llamó– . Y esta «necesidad» hizo que se le otorgara a los judíos una tierra propia que evitara para siempre las persecuciones -¡que utopía!–. Es decir, el mundo no se hubiera movilizado, ni hubiera existido la histórica sesión de las Naciones Unidas que creó el Estadio Judío, si la persecución nazi no hubiera existido. Aquí vemos actuar el mismo principio por el cual  Dios/Elohim –YaHWéH- permite la persecución del remanente de Jacob/Israel, la “descendencia de Israel” contenida en «las iglesias de Cristo». Entonces, en la parte final de los últimos días, judíos y cristianos sufrirán la persecución de los «muchos cazadores» -la «gran tribulación» o «angustia de Jacob»- y un remanente de Israel(Efraín), lavado por la sangre del Cordero y purificado por la prueba, retornará a la gloriosa y celestial Sión venidera luego de la resurrección y las bodas celestiales del Cordero. Allí se unirá con un remanente de Judá que por caminos diferentes habrá pasado por el mismo proceso: lavado por la sangre del Cordero, persecución y resurreccion. Entonces “Judá” e “Israel” volverán a reunirse bajo un solo “Jefe” y serán de nuevo UN solo pueblo para siempre (Oseas 1:11).

+

+

diciembre del 2013

ver: «El dragón furioso«

+


+